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Garganté irá a juicio por exigir a un médico un cambio en un parte de lesiones

El concejal de la CUP habría presionado al facultativo para que atribuyera las lesiones de un mantero a una agresión policial

Alfonso L. Congostrina
Josep Garganté, concejal de la CUP, conduce el autobús 102
Josep Garganté, concejal de la CUP, conduce el autobús 102Consuelo Bautista

El concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté será juzgado el próximo 22 de abril acusado de coaccionar a un médico para que cambiara el contenido de un informe. Garganté presionó, presuntamente, al facultativo para que atribuyera las lesiones que había sufrido un mantero a una agresión policial. El médico se negó a modificar su informe y denunció al concejal anticapitalista.

Los hechos ocurrieron el pasado 24 de marzo, cuando la Guardia Urbana puso en marcha un dispositivo para disuadir a los vendedores ambulantes en la Rambla de Barcelona. “La dispersión masiva de varias personas habría dado lugar a que Modou B. resultara lesionado”, reza el auto del juzgado de instrucción número 22 de Barcelona. El vendedor fue trasladado hasta el centro médico de Peracamps. El facultativo que atendió al hombre denunció que Josep Garganté acudió al lugar acompañado de otras personas y le presionó porque, en su informe, especificaba que la causa de la lesión había sido una caída. Según el auto judicial, el regidor quería que el sanitario “hiciera constar que le habían empujado y que se trataba de una agresión”.

El concejal será juzgado por un delito leve —lo que antes se denominaba falta— y se enfrenta a una pena de uno a tres meses de multa. Si es condenado, podría pagar una multa diaria de entre dos y 400 euros.

Durante la tarde de hoy, Garganté recriminó a través de Twitter que los medios de comunicación no hubieran contrastado con él la noticia. Horas después, participó en un acto de la CUP. El edil decidió no hablar y dejó que fuera la presidenta del grupo municipal, María José Lecha, quien diera su versión de los hechos. La concejal acusó a la Guardia Urbana de “grabar las conversaciones que tuvieron lugar en el hospital mientras Garganté ejercía su acción política” y atribuyó la imputación del político a “una maniobra policial para criminalizar la venta ambulante”. Lecha, con Garganté a su lado, acusó a los agentes de coaccionar al médico.

El sindicato mayoritario de la Guardia Urbana, Sapol, ha hecho público un comunicado en el que manifestó su intención de personarse en la causa. “Estamos cansados de la persecución que los miembros de la CUP hacen a los agentes. Y más cansados aún de que nuestros jefes, que son los que nos envían a hacer el trabajo, se escondan y no nos respalden”, reza el comunicado difundido.

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