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La Audiencia respalda el rastreo de la cuenta hipotecaria de Besteiro

Rechaza el recurso del socialista contra la orden de la juez De Lara, que reclamó la información a Abanca. El político saldó un préstamo a 25 años en solo siete

José Ramón Gómez Besteiro, el pasado 12 de marzo, cuando anunció que renunciaba a sus aspiraciones a la Xunta tras estallar el 'caso Pulpo'.
José Ramón Gómez Besteiro, el pasado 12 de marzo, cuando anunció que renunciaba a sus aspiraciones a la Xunta tras estallar el 'caso Pulpo'.ÓSCAR CORRAL

Si de lo que se trata es de confirmar, o descartar, que Besteiro intercambió favores con promotores inmobiliarios comprando su piso a un precio muy inferior al de mercado mientras, como concejal de Lugo, les propiciaba un ventajoso convenio urbanístico junto a una zona verde, no es "ni irrazonable ni prospectiva" una investigación de su préstamo hipotecario. La Audiencia Provincial de Lugo acaba de respaldar a la juez que ordenó el rastreo de sus cuentas, Pilar de Lara, después de que los abogados del político socialista interpusiesen un recurso de apelación contra el auto en el que la titular del juzgado número 1 de Instrucción reclamaba a Abanca información sobre los plazos en los que el investigado saldó su hipoteca. Para la Audiencia es lógico que la juez diese ese paso, sobre todo desde que tuvo noticia de que "habiendo sido contratado por 25 años", el préstamo "se amortizó en siete".

Se trata de un capítulo clave del conocido como caso Garañón, la primera de las dos causas en las que actualmente está siendo investigado el exlíder de los socialistas gallegos. En el marco de estas pesquisas, la juez atribuye a José Ramón Gómez Besteiro los delitos de prevaricación, cohecho, contra la ordenación del territorio y negociaciones prohibidas. Cuatro imputaciones que se convirtieron en 10 (y en el fin, al menos provisional, de sus expectativas políticas) cuando hace un mes llegaron en avalancha las seis de la Operación Pulpo (cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a las Administraciones públicas, fraude de subvenciones y delito continuado de malversación de caudales públicos) por su etapa como presidente de la Diputación. Besteiro, que se mantiene desde hace meses en pie de guerra contra la juez, aparece también en escena (aunque no ha sido imputado) entre los personajes que merodean por otro caso de De Lara, el supuesto pelotazo urbanístico para la construcción de una megaurbanización junto al Club de Golf de Lugo.

La decisión de la Audiencia llega mientras el Tribunal Superior estudia una querella de Besteiro contra la magistrada por el auto en el que lo citaba como imputado en la Pulpo. El tribunal provincial rechaza los argumentos de los letrados del excargo del PSdeG, que tachaban la investigación de la cuenta hipotecaria de "prospección en estado puro" a cuento de un único pretendido "indicio que no alcanza la categoría de sospecha". Ese indicio es el pago entre septiembre de 2006 y enero de 2010 de 70.000 euros en solo cinco amortizaciones (por cuantías de entre 13.000 y 15.000 euros). Según recuerda la Audiencia, en siete años, desde 2004, Besteiro saldó su deuda con el banco. Según los investigadores, el piso le había costado 138.232 euros, un precio de tasación hipotecaria que según un informe pericial se correspondería con ocho años antes y que en aquel momento debería haber sido de 170.000. Cuando acordó la compra con el promotor, pagó como señal 36.000 euros. Todavía tenía pendientes 102.232, así que, con ese objetivo, él y su esposa firmaron una hipoteca de 90.000 que deberían satisfacer en 25 años, con pagos mensuales de 415 euros.

La persona que vendió el piso a Besteiro, Alfonso Quiroga, dueño de Construcciones y Promociones JA Díaz, SL, había vendido también los terrenos donde se edificó la polémica urbanización de O Garañón a Ricardo Iglesias, otro empresario de la ciudad, y la parcela caía en una zona afectada por modificaciones urbanísticas. Todo sucedía con Besteiro gobernando la concejalía de Urbanismo y con López Orozco como alcalde. Un año después, el Ayuntamiento aprobaba en una junta de gobierno extraordinaria el convenio entre el consistorio e Iglesias para aquella edificación al borde del parque Rosalía de Castro. Era fin de año y al día siguiente entraba en vigor la ley 15/2004 de reforma de la LOUGA (Ley de Ordenación Urbanística de Galicia).

Pilar de Lara ordenó rastrear las cuentas de Besteiro para aclarar cómo pudo cumplir tan rápido con el banco. Además de la pista que dejaron esos cinco pagos que suman 70.000 euros, los investigadores saben que hubo sendas retiradas de 36.000 euros de diversas entidades en diciembre de 2004 y mayo de 2005. La primera era la señal que entregó en metálico cuando firmó el contrato privado de compraventa. La segunda vez, según las indagaciones llevadas a cabo hasta el momento, Besteiro fue al Pastor, retiró los billetes, cruzó la calle y lo ingresó en la cuenta de la hipoteca. A la magistrada, que intenta descifrar el origen de todo este dinero, le pareció extraño que quisiese liquidar su deuda tan rápido "perdiendo la opción de beneficiarse de la correspondiente deducción fiscal". Los abogados del político respondieron que "nunca es más ventajoso pagarle intereses al banco", una obligación que no se acaba "mientras no se cancele el préstamo". Pero a la Audiencia no le parece "irrazonable ni prospectiva la investigación" y confirma las decisiones que tomó la juez.

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