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Junts pel Sí no votará con la CUP desobedecer al Constitucional

Las dos formaciones aprobarán el apartado en el que “reiteran” los objetivos contenidos en la declaración soberanista

Anna Gabriel, la izquierda, Jordi Turull y Marta Rovira.
Anna Gabriel, la izquierda, Jordi Turull y Marta Rovira.Albert Garcia

El Parlament debatirá este jueves la moción de la CUP que insta a “desatender las peticiones de las instituciones no democráticas del Estado Español”, aunque Junts pel Sí anunció ayer que no votará ese punto del texto ni otro en el que se reclama desobedecer a la Audiencia Nacional. Las dos formaciones independentistas sí aprobarán el apartado en el que “reiteran” los objetivos contenidos en la declaración soberanista que aprobó la cámara el 9 de noviembre y que anuló el Tribunal Constitucional.

El pacto logrado ayer entre Junts pel Sí y la CUP, con sus desavenencias incluidas, esquiva un elemento de discrepancia que había surgido entre ambas formaciones desde que los anticapitalistas registraron la moción, el 18 de marzo. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, advirtió la semana pasada que si no se cambiaba el redactado no sometería a votación la moción para evitar desobedecer al Tribunal Constitucional, que tiene pendiente de ejecutar la sentencia que anuló la declaración soberanista.

Finalmente se debatirá la moción, pero Junts pel Sí tampoco votará a favor del punto que pide a los Mossos d’Esquadra que desatiendan los requerimientos de la Audiencia Nacional y no actúen como policía judicial en el marco de los procesos abiertos contra los ayuntamientos catalanes que apoyaron la declaración del 9-N.

La CUP, por el contrario, defiende la desobediencia a la justicia y las instituciones españolas y ayer dio buena prueba de ello. Montserrat Venturós, alcaldesa de Berga (Berguedà) por esta formación, se negó a comparecer en el juzgado de ese municipio que la investiga por un delito electoral por negarse a retirar la estelada del balcón del Ayuntamiento los días que se celebraron las elecciones autonómicas y generales.

El Gobierno catalán mostró su apoyo a la alcaldesa. “No estamos de acuerdo con que haya una persecución y una criminalización de determinadas acciones que son del todo democráticas y legítimas”, dijo la portavoz de la Generalitat, Neus Munté.

Junts pel Sí y la CUP insisten en su moción en reivindicar los objetivos contenidos en la declaración soberanista “ante las actuaciones del Estado, a través del Tribunal Constitucional, la Audiencia Nacional y la fiscalía, de judicialización y persecución de los actos” derivados de lo que entienden como “mandato democrático” surgido del resultado de las elecciones catalanas. La moción inicial de la CUP abogaba por “no atender” el contenido de la sentencia del Constitucional, y reclamaba la vigencia y el contenido de la declaración del Parlament que fue anulada.

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Otros puntos de la moción que sí votarán las dos formaciones independentistas insta al Gobierno catalán a presentar en el plazo máximo de 60 días un plan de actuación de todas y cada unas de las medidas contenidas en aquella declaración soberanista, así como un plan de actuación para fomentar la participación ciudadana en la fase previa al “proceso constituyente” de Cataluña. La moción inicial de la CUP fijaba ese plazo en un mes en ambos casos.

En otro apartado del texto que se debatirá se pide que la Generalitat destine una partida en los Presupuestos que está elaborando con el fin de fomentar la participación ciudadana en ese período que ha de preceder a la independencia.

Tramitación polémica

El debate y votación de la moción vendrá precedido de la polémica, pues los otros cuatro grupos parlamentarios anunciaron desde el primer momento que se oponían a que se debatiese la moción. Queda por ver ahora si, una vez admitida, participarán en la votación.

La presión de la CUP para arrastrar a Junts pel Sí hacia sus planteamientos ha llevado a hacer unos difíciles equilibrios. Así, la Mesa admitió a trámite la moción a cambio de que se modificara su contenido, una decisión sin precedentes en el Parlament. Los anticapitalistas replicaron que no modificarían “ni una coma” del texto, pero finalmente han cedido para evitar un nuevo desencuentro con Junts pel Sí.

El PP y Ciudadanos cargaron ayer con dureza contra los independentistas porque finalmente se debatirá la moción, el PSC intentó sin éxito que la Mesa se desdijera de su decisión y rechazase el debate y Catalunya sí que es Pot considera que se utiliza el Parlament para resolver las discrepancias entre ambos grupos.

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