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Fiesta reivindicativa en el Paral·lel

El Ayuntamiento abrirá un proceso participativo para decidir sobre el futuro del teatro

Blanca Cia

Actuaciones infantiles, cabaret, DG’s y comida popular en la plaza Raquel Meller a las puertas del Teatre Arnau que lleva más de una década cerrado a cal y canto –después de varios intentos infructuosos de darle una nueva vida que cesaron en 2004- y hoy celebra su segunda fiesta/ gala reivindicativa para que vuelva a abrir sus puertas. Algo que todavía no parece muy próximo, a juzgar por el ritmo que lleva el Ayuntamiento de Barcelona con un equipamiento objeto de deseo tanto de la plataforma Recuperem el Teatre Arnau- que agrupa a vecinos de la zona de Sant Antoni y Paral·lel, entidades y compañías de teatro – como por el Museo de Artes Escénicas (MAE) que ve en el viejo teatro un lugar para organizar y exponer el rico fondo que ahora reposa en cajas en el sótano del Institut del Teatre de Montjuïc y en otros almacenes.

El consistorio se ha reunido con unos y con otros sin tomar ninguna decisión ya que abrirá un proceso participativo para afrontar el futuro del teatro una vez concluya la elaboración y concreción del Plan de Actuación Municipal (PAM), según puntualizaron portavoces municipales. Todo apunta a que pasará un tiempo antes de que el teatro abra sus puertas porque, además, el nuevo equipo de gobierno ha encargado informes que determinen la intervención arquitectónica y de rehabilitación que requiere el viejo edificio, construido en 1903 y que fue el alma del Paral·lel durante años.

No será el primer informe. Jaume Ciurana, regidor de Cultura en el gobierno de CiU, quiso tener una idea de la inversión que podía requerir el teatro –comprado por la última administración socialista por dos millones de euros a unos promotores chinos que querían transformarlo en iglesia - y se encontró con dictámenes que, por lo bajo, situaban la rehabilitación en seis millones y, por lo alto, en 10. Desde luego, la intervención que necesita es integral y, además, urgente porque la cubierta tiene agujeros y ya ha sido apuntalado en su interior. La plataforma Recuperem el Teatre Arnau –y también los dos únicos locales que hay en sus bajos, un bar y una floristería- han denunciado repetidas veces el deterioro del edificio que quieren recuperar como centro cultural de proximidad aunque también lo sea de ciudad. “No nos oponemos a que el Arnau tenga una parte dedicada al recuerdo de lo que fue y a la memoria del Paral·lel, pero nuestra propuesta persigue, sobre todo, que sea un centro de artes escénicas en el que tengan cabida proyectos y compañías que no tienen espacios en Barcelona porque ya no deben seguir trabajando en centros cívicos y tampoco pueden saltar al Lliure”, apuntaba Borja Lozano, una de las voces de la plataforma.

Para los gestores municipales la prioridad es llegar a un acuerdo en el proceso participativo sobre el futuro del teatro y, después, definir la intervención que requiere. Una reforma que está muy acotada porque el Arnau está catalogado dentro del Plan Especial de Protección de Patrimonio Arquitectónico: no se pueden modificar ni las fachadas, ni los espacios interiores, debe conservar los elementos ornamentales y eliminar las edificaciones superpuestas que se le añadieron con los años a la nave central. Tal vez por ese panorama tan complejo, el consistorio no descarta afrontar la rehabilitación por fases y que, por ejemplo, se pudiera abrir parcialmente el escenario y la platea.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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