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Los empresarios alemanes tienen peor imagen de Cataluña por el ‘proceso’

La directora general de la Marca Alemania afirma que el independentismo afecta a la visión de la comunidad en el exterior

La imagen de Cataluña está perjudicada por el proceso soberanista. Es el mensaje que ayer lanzó Ariane Derks, directora general de la marca Alemania (Germany Land of Ideas), una firma creada por el Gobierno federal alemán y la federación de industrias del país. Derks participó en una reunión de diplomacia empresarial organizada por Diplocat, el ente de la Generalitat para hacer apología del independentismo en el exterior, y la patronal de pequeñas y medianas empresas catalanas, Pimec.

En declaraciones a Europa Press, Derk afirmó que las empresas catalanas deberían centrarse en potenciar la industria y la cultura y menos en el separatismo. "La buena reputación de Cataluña está cambiando", advirtió, antes de asegurar que a la comunidad le irá mejor si sigue en España: "Todos somos conscientes de que el mundo cambia mucho, pero debemos estar juntos si queremos ser exitosos".

No es la primera advertencia contra el independentismo que llega del empresariado alemán. En febrero de 2014, directivos alemanes afincados en Cataluña afirmaron que la secesión sería "nefasta" y que la comunidad podría salir de la UE y del euro.

Romeva discrepa

La directora general de la marca Alemania coincidió en el acto con el consejero de Exteriores catalán, Raül Romeva, que obvió sus advertencias y conminó a las empresas a "ser embajadoras" de la comunidad. "Cada uno, con su capacidad de explicarse y desde su papel, está haciendo diplomacia, explicando qué somos y qué hacemos en el mundo". Romeva echó mano de la cifra de exportaciones catalanes en 2015 —crecieron un 6,1%— para argumentar que el proceso independentista no ahuyenta las inversiones. "A pesar de que se percibe que hay un debate sobre qué somos y qué queremos ser, esto no desanima" las inversiones, apostilló el consejero, que sigue ejerciendo pese a la suspensión del Tribunal Constitucional.

Romeva encontró la colaboración de las tres empresas catalanas que participaron en el debate: la cervecera Moritz, la empresa de tecnología electoral Sctyl y la firma de componentes industriales Aranow. Jordi Cuixart, director general de esta última y presidente de la entidad independentista Òmnium Cultural, destacó que el hecho de etiquetar sus productos como "made in Catalonia" generó curiosidad entre sus clientes y ayudó a que se recordara mejor su marca.

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