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Gobierno y oposición se enfrentan por el realismo de las propuestas sobre la pobreza

La Generalitat dice que ha cumplido con el 86% de los acuerdos del pleno de 2014

Camilo S. Baquero

Antes del anterior pleno monográfico contra la pobreza, hace dos años, las entidades sociales ya pedían a los grupos del Parlament dejar de lado las luchas partidistas para alcanzar acuerdos amplios sobre cómo combatir la pobreza en Cataluña. Una petición que, a tenor de los posicionamientos de ayer tanto del Gobierno como de la oposición, está lejos de cumplirse hoy, durante la segunda vez que la Cámara catalana se reúne para abordar la emergencia social.

Las entidades llegan al pleno con el ánimo justo pues consideran que el alcance de las resoluciones aprobadas en 2014 fue reducido y tuvo poco impacto, si bien aceptan que se avanzó en temas como la política de vivienda o la lucha contra la malnutrición infantil. La Generalitat, sin embargo, hace una lectura más optimista. La portavoz del Ejecutivo, Neus Munté, aseguró ayer tras la reunión semanal del Gobierno catalán que se ha cumplido con el 86% de los acuerdos.

“Abordamos este pleno desde el sentido de la responsabilidad y el realismo, debemos explicar las cosas tal como son”, agregó Munté, para después recordar las dificultades económicas por las que pasa la Generalitat. Un mensaje en el que después insistió el grupo de Junts pel Sí, que acusó de manera implícita a Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP) y a los socialistas de “vender humo”. La coalición independentista asegura que su planteamiento pasa porque las propuestas estén al abasto de los recursos y las competencias de la Generalitat.

Junts pel Sí cree que propuestas como la renta garantizada de 569 euros por persona de CSQP —que está respaldada por una Iniciativa de Legislación Popular— o la de acabar con el copago en dependencia que pide el PSC no son solo inasumibles sino también irresponsables. La formación que lidera Lluís Rabell incluso calcula que su plan contra la exclusión ascendería a los 4.000 millones de euros y se financiaría con los recursos que aflorarían por una mejor lucha contra el fraude fiscal o con impuestos como el de sucesiones. Se trata de una cifra que cuatriplica el dinero que la Generalitat destinó a sus iniciativas contra la pobreza.

Los socialistas y CSQP, que forzaron el pleno, llegan con algunos acuerdos ya cerrados, aunque fracasaron en su intento de sumar a la CUP a priori. A falta de conocer el detalle de las proposiciones de los anticapitalistas, hay algunas en las que se podría llegar a acuerdos con las fuerzas de izquierda , como por ejemplo las modificaciones del tipo del propio impuesto de sucesiones o el de patrimonio.

La sesión de hoy contará además con la intervención de Teresa Crespo, la portavoz de la plataforma Pobreza Cero (que reúne a más de 3.200 entidades) y también presidenta de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS). Crespo abogará porque las medidas vayan más allá de lo paliativo y haya reformas de fondo en la política social. Un debate que vuelve al punto de partida: la necesidad de un gran acuerdo y de recursos.

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La prevención de las entidades se entiende al que los partidos no fueron capaces de firmar un pacto nacional contra la pobreza la pasada legislatura. Munté no culpó a nadie, pero habló de “responsabilidad compartida” Y pidió alejar el partidismo del debate. Lo mismo que le solicita al Gobierno la oposición.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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