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La CUP se debate entre la profesionalización y el asamblearismo

Los anticapitalistas cuestionarán su organización interna en la asamblea nacional

Asamblea extraordinaria de la CUP en diciembre.
Asamblea extraordinaria de la CUP en diciembre. Albert Garcia

La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) se enfrenta a una asamblea decisiva con un debate interno que no ha cesado tras el acuerdo de estabilidad con Junts pel Sí. Por ahora, todos están de acuerdo en que la estructura organizativa actual tiene que evolucionar. Con 10 diputados y todavía en el foco mediático por el proceso de secesión, cuestionárselo todo a nivel interno supondrá un riesgo más alto que el habitual. Fuentes del partido afirman que “la base de la CUP será la misma” porque no dudan de que su fuerza seguirá residiendo en los núcleos locales y el municipalismo.

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Los anticapitalistas tendrán que escoger si dan el salto para parecerse más a un partido clásico u optan por darle una mayor relevancia al papel de las bases. Profesionalización frente a asamblearismo. Un sector, en el que estaría la organización Poble Lliure, defiende crear una estructura interna más jerarquizada para agilizar la toma de decisiones y que el secretariado trabaje para el partido. Mientras que los militantes más próximos al colectivo Endavant apostarían por la toma de decisiones desde la base, con más asambleas, y que el secretariado siga sin cobrar del partido.

No es la primera vez que la CUP se cuestiona a sí misma, pero fuentes cercanas al partido aseguran que la asamblea nacional prevista para el 24 de mayo será “trascendental”. En ningún caso hablan de refundación en un sentido político sino logístico, aunque reconocen que van a poner en duda toda la organización. La inminente negociación sobre los Presupuestos de la Generalitat con Junts pel Sí no ayudará a crear un clima de consenso porque sacará otra vez a la luz las divergencias entre ambas formaciones independentistas.

Dos comisiones que se reúnen semanalmente están preparando las ponencias para la asamblea. Una se encarga de la parte política: hoja de ruta independentista, acuerdo con Junts pel Sí y estrategia a seguir. Y otra de la parte organizativa interna, en este caso la más sensible: “Se pondrá sobre la mesa cómo debe ser el modelo de la CUP”. Es un documento vivo, la próxima semana pondrán en común sus análisis y objetivos para después presentar un texto consensuado sobre el que los núcleos territoriales podrán añadir enmiendas.

Todas las sensibilidades que agrupa la CUP están representadas en las comisiones. Por tanto, ahora mismo se están contraponiendo dos modelos. Si no hay acuerdo sobre la estructura interna, los militantes tendrán dos documentos distintos para elegir. Una posibilidad que desde la formación prefieren no contemplar. Además, insisten en que la mayor parte de la militancia no pertenece a Endavant ni a Poble Lliure sino que es independiente.

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