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Las actrices denuncian la falta de paridad en un maratón reivindicativo

El recital en el Palau Robert se celebró con motivo del Día Internacional de la Mujer

Montserrat Carulla, ayer durante el maratón de actrices.
Montserrat Carulla, ayer durante el maratón de actrices.GIANLUCA BATTISTA

Más de treinta intérpretes de la escena catalana, unas más veteranas, como Montserrat Carulla y otras más jóvenes como Clara de Ramon, se reuneron ayer en el Palau Robert para rendir homenaje a las actrices catalanas del siglo XX, reivindicar sus derechos y celebrar así el Día Internacional de la Mujer. El maratón, en forma de recital de poemas, canciones y textos dramaturgos, organizado por el Institut del Teatre, se enmarcaba además en las actividades de la exposición Actrius catalanes del segle XXque acoge el Palau Robert hasta el próximo día 28.

Magda Puyo, directora del Institut del Teatre desde el pasado noviembre, denunció que a pesar de los avances respecto al siglo pasado aún queda mucho camino por recorrer, puesto que la presencia de directoras y autoras en las carteleras de teatros y festivales públicos del Estado español no llega ni siquiera al 8%. “El ámbito escénico”, denunció, “es uno de los entornos en los que se tiene menos en cuenta la paridad y eso que es un campo de la cultura teóricamente progresista”.

El tiempo acompañaba y las cincuenta sillas colocadas en el jardín del Palau Robert, donde tenía lugar el acto, se iban llenando hasta que otro medio centenar tuvo que seguir de pie eal Marató d'Actrius. La mayoría del público eran mujeres maduras, amantes de la poesía y el arte en general. Una de ellas, Carme, se enteró la misma mañana por radio del acto y sin dudarlo cogió el coche desde Terrassa para asistir.

La veterana Montserrat Carulla fue la primera en subir al escenario, al que también subió poco más tarde su hija Vicky Peña. Carulla inauguró el recital con un fragmento de La pell de brau, de Salvador Espriu. Su hija eligió el poema Fin y principio de la Nobel polaca Wislawa Szymborska.

Entre las participantes, Sílvia Bel, con El foc subterrani, de Vinyoli;</CF> Àurea Márquez, con un fragmento de Pedra de tartera, de Maria Barbal, Agnès Busquets, con un monólogo de Adriana de La comèdia dels errors, de Shakespeare; Chantal Aimée con un texto de la pieza d'Enric Nolla Tu no surts a la foto, que ha podido verse esta temporada en el Teatre Nacional, o Amparo Moreno —actualmente en el Teatro Regina con Recurso de Amparo— con un fragmento de su famoso Shirley Valentine.

El público participó activamente en el recital, incluso haciendo ritmos con manos y pies, como pedía Teresa Urroz para dar vida a un texto propio que lleva por título La dona sàvia y que trata sobre el miedo a envejecer.

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La jornada, soleada y alegre, no perdió de vista en ningún momento el objetivo del acto: reivindicar el papel de la mujer en la sociedad.

El crecimiento del protagonismo de la mujer y el de las actrices ha tenido un recorrido paralelo a lo largo del siglo XX, se señaló. Siempre ha habido más vocaciones de actriz que de actor, pero en cambio siempre ha habido más papeles protagonistas masculinos que femeninos.

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