Un informe plantea unir la L9 de Sagrera a Lesseps con una parada

La Zona Franca será el destino de la próxima inauguración del metro. La Generalitat y el Ayuntamiento han acordado financiar a partes iguales las obras necesarias para poder abrir un par de estaciones de la L10 el próximo año, tal y como reclaman las asociaciones vecinales desde hace años. E Infraestructures.cat, empresa pública de la Generalitat, tine hecho un informe de viabilidad que da pistas sobre el siguiente tramo: el que conecta Sagrera y Lesseps. No hay fechas para realizarlo, aunque es el más viable y el consejero de Territorio, Josep Rull, ha asegurado su intención de continuar las obras de la L9. Desde el Departamento de Territorio aseguran no tener constancia del estudio, realizado por la adjudicadora de obra pública de la Generalitat.

El documento contempla activar ese tramo con una única estación intermedia, la de Guinardó, obviando otras tres que están planeadas: Maragall, Sanllehy y Muntanya. La actuación requeriría menos de 200 millones de euros, pondría en valor la inversión ya realizada en ese tramo y elevaría la conectividad de la L9 con otras líneas del metro: en Lesseps, con la L3, y en Guinardó-Sant Pau, con la L4. El resto de estaciones, según fuentes conocedoras del informe, se podrían ir construyendo después, en función de la disponibilidad de recursos. Tras su ejecución solo quedaría por activar el tramo entre Lesseps y Zona Universitaria, el más atrasado de la L9 y que no tiene concluido el túnel.

El túnel entre Sagrera y Lesseps, en cambio, está concluido. El planteamiento de la empresa pública es similar al que ha funcionado con la Línea 9 hasta el aeropuerto: invertir una pequeña cantidad de dinero en proporción a la que ya se ha destinado a la obra para ponerla en valor. Lo dijo el consejero de Territorio, Josep Rull, en su comparecencia parlamentaria para presentar su plan de mandato: “Teníamos paralizados 2.800 millones de euros de obra ya hecha porque se había hecho el planteamiento de que todo tenía que entrar en funcionamiento a la vez, y si es así no lo conseguiremos”.

Cuando Infraestructures.cat se vio obligada a paralizar la mayor parte de la obra pública en marcha por problemas presupuestarios, encargó estudios sobre cómo aprovechar las inversiones y las obras ya iniciadas. De ahí salió la idea de conseguir los 200 millones de créditos bancarios para conseguir el metro al aeropuerto o de reducir la inversión en la Zona Franca para que la L10 pudiera llegar a los barrios.