La selfie de Matadero
Una instalación transmuta una antigua cámara frigorífica en fotográfica
La sala de Matadero Madrid llamada Abierto x Obras era anteriormente, cuando el centro cultural era un auténtico matadero, un cámara frigorífica donde se almacenaba la carne. Ahora es un espacio grande y oscuro que van interviniendo diferentes artistas mediante obras experimentales que dialogan con el lugar. La última elegida es la hispano-mexicana Darya Von Berner, propietaria de un extenso currículum en lo que se refiere a arte público, que, de cámara frigorífica, ha transmutado el lugar en cámara fotográfica; una que, además, se hace una foto a sí misma para reflexionar sobre aquello que no veía. La instalación se llama, cómo no, (SELFI).
Después de traspasar el umbral, en la oscuridad de la sala flotan livianos puntos alargados de luz adheridos a la sucesión de columnas que le dan cierto vuelo y fantasmagoría a un espacio tan pesado e industrial y que van preparando al caminante para la experiencia final: al fondo de la sala cada persona individual, colocada sobre el spot de luz que se proyecta en el suelo, se convierte en el centro en torno al cual toda la exposición gira. Selfie mediante, claro. Ahí estás tú, rodeado de la negra inmensidad.
Todo para hacer esa pertinente reflexión de nuestro tiempo, la que gira alrededor de la selfie (palabra del año 2014 según la Fundación del Español Urgente (Fundeu), un producto netamente contemporáneo que mezcla el imparable avance tecnológico, nuestro propio narcisismo y el individualismo que propugna el sistema económico imperante. De igual manera que somos la primera especie animal que tiene conciencia de sí misma también somos la primera que gira la cámara y se autorretrata. A veces obsesivamente. Y si uno ya podía ser el protagonista del fascinante relato de su vida en las diferentes redes sociales, ahora ya puede serlo hasta de una exposición en Matadero (sin ser el artista, se entiende). Solo hasta el 31 de julio.