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COMER Y BEBER
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Con mucho mimo

Desde 2009, Ay, mi madre destaca en Malasaña por la calidad de sus pizzas artesanas.

Pablo León

De lejos, Ay mi madre (calle de la Palma, 41) podría parecer un establecimiento más de comida para llevar en Malasaña. Al acercarse, el suelo de mosaico hidraúlico, la columna de ladrillo visto y las cuatro o cinco mesas que alberga en su interior evidencia que se trata de un local atendido con mimo. “Podría ser como la nueva era de los takes [take away, establecimiento de comida para llevar]”, dice el argentino Santiago D’Onofrio. En 2009, junto a su pareja, Jesica Mazzea, inauguró este local del que todo el mundo comenzó a hablar por la calidad de sus pizzas artesanas.

“Estas manitas preparan todo lo que comés”, bromea la cocinera Mazzea, que prepara con soltura todo tipo de platos de la gastronomía ítalo-argentina: milanesas, empanadas (pidan la de humita y disfruten), pizzas, choripanes y varias tartas caseras. A mediodía también idea un cuidado menú, con platos tradicionales de cocina internacional, preparados casi al momento, a un precio imbatible (8,90 euros). “Todo lo hacemos aquí, en Palma, 41”, repite Mazzea una especie de eslogan de la casa. No contentos con sus platos caseros, los propietarios de Ay mi madre decidieron ser uno de los primeros establecimientos de pizza artesanal en ofrecer variantes veganas o propuestas adaptadas para intolerantes a la lactosa.

También ofrecen comida a domicilio; fueron pioneros en aceptar pedidos por whatsapp: “Y me di cuenta de que algunos establecimientos cercanos me copiaron”, recuerda D’Onofrio. Ahora han empezado a repartir en bici. “Poco a poco mejoramos y cambiamos cosas. También adaptándonos. No queremos ser otro local más que vende pizza”, asevera D’Onofrio. El año pasado remodelaron el espacio con gran acierto. “Cerramos todo el verano y lo hicimos nosotros mismos”, apunta. No cabía ninguna duda porque en Ay mi madre, Santi y Jesica hacen todo con sus propias manos.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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