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Un sector de la CUP reclama una “revisión crítica” del acuerdo con JxSí

Endavant sostiene que así no se conseguirá un "proceso real de independencia"

Anna Gabriel tras anunciar el pacto con Junts pel Sí en la sede de la CUP.
Anna Gabriel tras anunciar el pacto con Junts pel Sí en la sede de la CUP.GIANLUCA BATTISTA

Endavant exige una revisión del pacto con Junt pel Sí. La organización, una de las de mayor peso en la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), reclama una "revisión crítica" del acuerdo de investidura de Carles Puigdemont y de los "elementos" que consideran que "han condicionado" en sentido negativo a la izquierda independentista desde las elecciones del 27-S. "Creemos que el acuerdo no ha conseguido desencallar la situación política en un sentido favorable para un proceso real de independencia, aunque haya desgastado a algunas de las piezas clave del procesismo –en referencia a Artur Mas–", explica este sector de los anticapitalistas.

La organización se muestra muy crítica con la CUP, aunque asume que el pacto con Junts pel Sí se firmó siguiendo lo acordado en la reunión que mantuvo el grupo de acción parlamentaria de la formación anticapitalista el 3 de enero, en la que Endavant aprobó "abstenerse en la votación de Artur Mas" como candidato a la presidencia de la Generalitat, pero "se comprometió a dar un voto favorable a cualquier otro candidato de consenso que pudiese presentar Junts pel Sí".

No hay mención a los Presupuestos pero el colectivo insta a la CUP a hacer oposición al Gobierno catalán: "Si hacer un seguimiento acrítico de este acuerdo conduce a la CUP a avalar recortes o privatizaciones en nombre del procés, o a asumir la defensa de un Govern gesticulador ante el Estado pero incapaz de asumir compromisos políticos y sociales con la clase trabajadora y el resto de clases populares, la CUP dejaría de ser útil como herramienta política y organizativa al servicio de estas y de la independencia de los Països Catalans".

Endavant sostiene que los más de tres meses de negociaciones entre los partidos secesionistas han pasado factura a la CUP, que ha quedado como un partido "sin un discurso claro y coherente" y que ha aceptado "cláusulas destinadas exclusivamente a humillar" al partido. Esta organización, en la que milita la diputada y portavoz del grupo parlamentario de la CUP, Anna Gabriel, insta a la formación a "no aceptar ningún tipo de autocrítica impuesta por la burguesía catalana" y a "asegurar por activa y por pasiva que nunca favorecerá, por voto favorable o abstención, medidas antisociales, destructoras del territorio o encubridoras de la corrupción".

En un comunicado, Endavant lamenta que Convergència siga llevando el timón del independentismo y sitúan a la Asamblea Nacional Catalana como subordinada de este partido. La organización explica que seguirá participando en el grupo de acción parlamentaria y no abandonará la CUP pero advierte de que "la única garantía de que la dinámica parlamentaria no traspasará determinadas líneas es la presión de las bases y organizaciones del movimiento".

Los militantes de Endavant, desde el principio contrarios a investir a Mas y muy críticos con la gestión de los Gobiernos de CiU respecto a recortes y privatizaciones, han tardado en posicionarse tras la firma del acuerdo. Así como Poble Lliure, el sector que era más favorable al pacto, lo valoró positivamente. El comunicado de Endavant llega tras la reunión del consejo político y el grupo de acción parlamentaria del pasado sábado en la que Corrent Roig anunció su salida del partido porque no comparte los términos del acuerdo firmado con la coalición de CDC y ERC.

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