_
_
_
_
_

La Generalitat retoma las obras de la L-10 del metro sin acuerdo con Colau

El consejero anuncia que el 15 de febrero se retomará la construcción del suburbano que llegará a los barrios de la Zona Franca

El consejero de Territorio, Josep Rull, anunció ayer que el 15 de febrero se retomarán las obras pendientes de la L10, el ramal de la línea del metro reivindicado por los vecinos de los barrios de la Zona Franca, con la previsión de poderla poner en servicio el próximo año. Lo que tendría que ser una buena noticia fue recibida con “sorpresa” y “perplejidad” por el Ayuntamiento de Barcelona, que desconocía la propuesta y quería tratar el tema en la primera reunión que mantendrán el próximo viernes el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa, Ada Colau. Más sorpresa si cabe porque Rull señaló que las obras se acometerán en colaboración con el Consistorio, que niega la existencia de acuerdo alguno.

“Haremos este esfuerzo y lo haremos conjuntamente con el Ayuntamiento de Barcelona. Determinaremos cuáles son los ritmos y estamos convencidos de que podemos llegar a un buen acuerdo para que esos ritmos se incrementen”, dijo ayer Rull en el Parlament. Fuentes de Territorio evitaron ofrecer más datos sobre lo avanzado por su consejero, sin concretar cómo se financiará el proyecto, qué estaciones se abrirán de las diez que inicialmente conformaban el tramo, ni los plazos, más allá de 2017. Pero a nadie se le escapaba ayer que, con la Generalitat ahogada, esa colaboración tendrá que centrarse en la financiación.

El anuncio de Rull generó un revuelo enorme en el Ayuntamiento. Fuentes municipales se preguntan qué ha cambiado, ya que la Generalitat siempre ha dicho que no tiene dinero. Para poner en marcha las estaciones se requiere una inversión no menor de 60 millones de euros. Pero ayer la sorpresa llegaba sobre todo por un anuncio efectuado a las puertas de una reunión que se lleva días preparando. Además del metro, hay cuestiones como la deuda de la Generalitat con el consistorio, la construcción de una nueva prisión que permita cerrar la Modelo, la financiación de servicios sociales, guarderías o las escuelas de música.

Si se cumple el compromiso de Rull, la construcción de la L-10 se retomará apenas tres días después de la inauguración del metro al aeropuerto, el tramo de la L-9 que conectará las estaciones de Zona Universitària con la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_