_
_
_
_
_

Un monstruo marino en la ‘tablet’

Una exposición digital en la Casa del Lector muestra hermosos materiales de la Biblioteca Nacional de Portugal

Sergio C. Fanjul
Una de las ilustraciones digitalizadas para la exposición.
Una de las ilustraciones digitalizadas para la exposición.

Uno va a la Casa del Lector, pregunta por la exposición La Biblioteca Nacional de Portugal, un viaje al conocimiento, y en vez de señalarle un lugar, le dan una tablet. Porque además de por el fondo, esta muestra es interesante por su forma: se trata de una exposición digital que transcurre dentro de ese ingenio tecnológico.

El aliciente para acercarse a la Casa en carne y hueso es que la aplicación permite cierta interacción con el espacio, por ejemplo, a través de unos beacons (guías) con forma de bandera que disparan unos vídeos en la pantalla cuando nos acercamos o una realidad aumentada que nos presenta a un horrible monstruo marino en las aguas del Cabo Bojador, donde se decía que acababa el mundo. Pero también puede uno navegar virtualmente a través de los procelosos mares desde el sofá doméstico, bajándose la aplicación en bnp.casalector.es.

“Queríamos presentar un tema muy clásico como es la expansión marítima de Portugal en el siglo XVI con los métodos más contemporáneos”, explica Antonio Sánchez, historiador de la ciencia y su comisario de la muestra junto Alexandra Curvelo y Joaquim Alves.

Para ahondar en aquellos viajes que iban abriendo el mundo al conocimiento se han seleccionado y digitalizado 352 materiales (132 de ellos por vez primera) procedentes de la Biblioteca Nacional de Portugal y que aquí se puede ver con todo lujo de detalles.

Un testimonio bibliográfico visual, centrado en los mapas, cartas náuticas, libros y grabados, que documenta un viaje que parte del puerto de Lisboa, recorre el litoral atlántico africano, sigue hacia la India y termina arribando a China, Japón y las Molucas. Un viaje de aquellos que no se sabía cuándo y dónde iban a terminar, ni si se iba a regresar con vida. Es decir, una aventura en la que, además, se abrían nuevos territorios para ciencias como la navegación, la cartografía, la cosmografía, la zoología o la botánica.

Portugal y el mar: pensamos en grandes exploradores, en Magallanes, en Vasco de Gama, pero esta “no es una historia de grandes héroes, sino de colectivos de artesanos, gente que trabajó con las manos y con la cabeza, en cientos de hombres de mar que viajaron de Portugal a Goa”, dice el comisario de la exposición. “El conocimiento que se generó en estos viajes, penetró en Europa a través de Lisboa y Sevilla y tuvo gran impacto. El intercambio de ideas y personas entre España y Portugal era tal en aquella época que podría hablarse de una ciencia Ibérica”, sostiene Antonio Sánchez.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A través de estas rutas llegó a Lisboa un rinoceronte llamado Ganda, regalo del sultán Muzafar II, que causó verdadera sensación en la metrópoli hasta llegar a ser, ya disecado, modelo para Rafael y Durero.

Y a través del comercio también se conocieron frutas exóticas, especias, porcelanas, sedas, imprentas... y esclavos. También muchas leyendas asombrosas que hablaban de monstruos acechantes en la mar océana, rituales satánicos y hombres con tres piernas.

O la leyenda del Preste Juan, un supuesto gobernante católico, descendiente de los Reyes Magos, que vivía en el Lejano Oriente, rodeado de reinos musulmanes y paganos, pero también de maravillas maravillosas (como un espejo a través del cual podía ver todo su reino) y tesoros alucinantes que sirvieron de aliciente para que aventureros se echaran a la mar e iniciaran sus viajes hacia lo incierto. Y de ahí los inicios de la globalización.

La Biblioteca Nacional de Portugal: un viaje al conocimiento. Casa del Lector. Matadero Madrid. Paseo de la Chopera 14. Abierta hasta el 26 de junio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_