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Baltar se aferra al cargo con el respaldo de Feijóo y de la fiscalía

El PP convoca el congreso de la reelección del barón provincial para cinco días antes de su declaración ante la juez que lo investiga por cohecho

José Manuel Baltar, en un mitin en 2010.
José Manuel Baltar, en un mitin en 2010.ÓSCAR CORRAL

Horas después de hacerse pública, el jueves pasado, su citación judicial para el 10 de marzo como investigado por un supuesto delito de cohecho, el presidente provincial del PP y de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, anunció la convocatoria para cinco días antes de ese trago del congreso provincial en el que aspira a revalidar su cargo. Todo indica que no tendrá rival (los militantes disponen de siete días para conseguir 75 avales) para permanecer al frente del partido. Tampoco ha tenido trabas para mantenerse en sus cargos desde que trascendió la denuncia pese a haber sido reprobado por la Diputación que preside (su grupo se ausentó), por el Ayuntamiento de Ourense que gobierna su propio partido en minoría y por el comité de ética de la institución provincial, creado por él mismo y que, dada su ineficacia en este caso, dimitió en bloque. Feijóo lo ampara.

Mientras se cierra en torno al presidente ourensano el cerco sobre el posible delito en el que habría incurrido al ofrecer, a cambio de sexo, un puesto de trabajo a una exempleada de la Diputación a la que aseguró que podía cambiar las notas de los exámenes, Baltar construye un muro de silencio para perpetuarse en los poderes heredados de su padre.

Tiene a su favor a la Fiscalía Provincial de Ourense que archivó la primera denuncia presentada por la afectada con el mismo argumento que el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Ambos insisten en que el barón popular no delinquió porque, mediando o no la contrapartida sexual, la afectada no consiguió el empleo. Feijóo incluso fue más allá al precisar que Baltar se mantuvo firme frente a la incitación a delinquir que le hacía la demandante.

El Ministerio Público, que archivó la denuncia de la mujer sin citar siquiera a declarar al presidente provincial, ya ha anunciado que recurrirá el auto de la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Ourense en reforma ante el propio juzgado y, subsidiariamente, en apelación ante la Audiencia provincial.

Feijóo interrumpe con Baltar el proceso de limpieza interna que le llevó a forzar la dimisión de varios cargos imputados

La denunciante seguiría no obstante investigada ya que la juez le imputa el mismo supuesto cohecho que al presidente considerando que pudo haber influido en funcionario público o autoridad “prevaliéndose de una situación derivada de su relación personal con este” para conseguir “un beneficio propio”.

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Aferrado a estas bazas, Baltar se parapeta en el silencio (jamás ha dicho una palabra sobre este caso más allá de tildarlo de “cuestión personal” y de anunciar que recaerá sobre la demandante “todo el peso de la Ley”) con el objetivo de mantener sus cargos. De momento, la convocatoria del congreso provincial para cinco días antes de su comparecencia judicial, le da fuelle para acudir a esa cita con la Justicia blindado con el poder de su cargo.

El respaldo de Feijóo es absoluto. El presidente gallego, que en 2010 luchó infructuosamente con todos sus medios para impedir que se consumara la sucesión dinástica en el PP ourensano, interrumpe ahora con su entonces rival el proceso de limpieza interno iniciado meses antes de las elecciones generales cuando forzó las dimisiones de varios de sus cargos imputados en distintas causas. El presidente gallego pretendía presentar a esos comicios y a las autonómicas de este año un PP ajeno a la corrupción.

De la misma forma, Baltar se aplica a sí mismo un rasero distinto al utilizado con sus propios diputados provinciales imputados a quienes instó con mano firme a que dejaran sus escaños hasta que una sentencia dictaminase su inocencia. La misma mano firme contra la corrupción que le llevó a crear el comité de ética de la institución qué acabó claudicando en cuanto tuvo que someterse el presidente a su criterio.

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