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Justicia dio la semilibertad a Ausàs, que ni ha pagado ni reconoce el delito

Prisiones contravino un informe de la junta de tratamiento de Ponent

El Departamento de Justicia concedió el tercer grado penitenciario al exconsejero de Gobernación Jordi Ausàs (ERC) pese a que incumplía al menos dos de los requisitos exigidos. Así lo refleja el auto de la Audiencia de Lleida que revoca definitivamente la decisión de Justicia. El tribunal subraya que Ausàs —condenado a cuatro años de cárcel por contrabando de tabaco— no ha reconocido todos los hechos por los que fue sentenciado ni ha abonado la responsabilidad civil. Tal como avanzó este diario, la Fiscalía indaga, por presunta prevaricación, a los responsables de la Dirección General de Prisiones por dar el tercer grado a Ausàs cuando apenas había cumplido tres meses de prisión y contra el criterio de la junta de tratamiento de la cárcel de Ponent, donde Ausàs cumple condena.

El auto judicial, al que ha tenido acceso EL PAÍS, considera “prematura e improcedente” que se clasificara a Ausàs, de entrada, en tercer grado de tratamiento. Más cuando se trata, advierten los jueces, de una decisión “excepcional”. La Audiencia recuerda que la junta de tratamiento de Ponent propuso la clasificación en segundo grado, o sea, como un reo ordinario. Los técnicos, recoge el texto, advirtieron de que Ausàs “no acepta su pertenencia a un grupo criminal”. Eso refleja “la necesidad de intervención específica en el área cognitivo-conductual del interno”. Sobre todo, cuando “la motivación delictiva aparece centrada en el ánimo de lucro”. Ausàs, remacha el informe, no es consciente de la “importante repercusión fiscal de su conducta”.

Los magistrados creen que “tampoco puede considerarse cumplido el requisito” sobre el pago de la responsabilidad civil. El exconsejero y exalcalde de La Seu d’Urgell, reprocha la resolución, “únicamente ha ingresado una octava parte de la indemnización fijada en la sentencia (33.318 euros). Ausàs alegó que el resto deben pagarlo los demás condenados. Para los jueces, esa explicación “evidencia escasas garantías” y “una nula voluntad de reinserción”. “El esfuerzo reparador”, sintetizan, “aparece orientado más bien a una mera formalidad para conseguir la clasificación en tercer grado”.

Ausàs ingresó en Ponent el 26 de junio de 2015. El régimen de semilibertad —que le permitía salir de la cárcel los fines de semana— le fue concedido apenas tres meses después por el Departamento de Justicia, entonces comandado por el convergente Germà Gordó. Tras la oposición de la Fiscalía y la decisión del juez de vigilancia penitenciaria de revocar el tercer grado, Justicia elaboró un informe. Ese documento enumera los criterios que le llevaron a tomar la decisión. Entre otros, que se trata de una pena no demasiado larga, que Ausàs ingresó en prisión de forma voluntaria y que, en los tres años transcurridos desde que ocurrieron los hechos, el exconsejero no ha tenido “ningún otro problema con la justicia”.

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