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Bassa asegura que el diálogo con los agentes sociales la diferenciará de Puig

La nueva consejera de Trabajo inicia una ronda de reuniones con sindicatos y patronales

Dolors Bassa, consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia.
Dolors Bassa, consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia.Albert Garcia (EL PAÍS)

La titular del nuevo Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Dolors Bassa, ha asegurado este miércoles que las formas y el contenido diferenciarán su gestión de la de su antecesor en el área de Empleo, Felip Puig. La antigua dirigente sindical se ha comprometido a mantener un diálogo constante con sindicatos y patronales y a que el componente social prime en su gestión. "Vengo del mundo de los agentes sociales, conozco el mundo del trabajo desde este aspecto y sé que ser cercano es lo más importante", ha afirmado tras reunirse con el secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego.

La cita con Gallego ha sido la primera de una ronda en la que la consejera busca presentarse y discutir propuestas con los agentes sociales. Mañana será el turno de UGT, la organización en la que ha participado de forma activa durante los últimos 15 años. El viernes se reunirá con las patronales Fomento del Trabajo, Pimec y Cecot.

Bassa ha insistido en que la prioridad de su gestión será garantizar el acceso a la Renta Mínima de Inserción (RMI) a todo aquel que lo necesite, "haya o no haya nuevos presupuestos". Desde que las condiciones para percibir la RMI se endurecieron en 2011, los beneficiarios han caído de 75.000 a 29.000. La consejera ha asegurado que confía en que la Generalitat apruebe unas nuevas cuentas en 2016, lo que le permitiría disponer de 70 millones de euros adicionales para financiar esta ayuda. Pero ha afirmado que si esto no sucede, "sacaremos el dinero de otro lugar".

Gallego ha valorado de "forma positiva" la reunión con Bassa y ha asegurado que sus diagnósticos de la situación social en cataluña "coinciden". Entre las exigencias de los sindicatos se encuentra la subida del salario mínimo interprofesional a los 1.000 euros mensuales, algo que también incluía Junts Pel Sï en el plan de choque que ofreció a la CUP. La consejera ha admitido que hacer realidad esta propuesta no está dentro de sus competencias y que lo que se podría hacer conseguir que las patronales se comprometan a aplicarla por voluntad propia. Pero ha añadido que esto no se encuentra entre las prioridades del Departamento, de momento.

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