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Podemos sitúa a Catalunya Sí que es Pot al borde de la quiebra

Los parlamentarios del partido morado acusan a ICV de actuar a su antojo y exigen un reparto de tareas al 50%

Àngels Piñol
Rabell (d) y Coscubiela (i), de Catalunya Sí que Es Pot, en el parlament.
Rabell (d) y Coscubiela (i), de Catalunya Sí que Es Pot, en el parlament.Quique García (EFE)

Los diputados de Podemos en el parlamento de Cataluña han situado al grupo Catalunya Sí que es Pot al borde de la quiebra al acusar a Iniciativa, su socio de confluencia, de actuar a su antojo en el grupo parlamentario y no repartir las tareas de forma equitativa. Los parlamentarios del partido morado han dado de plazo a los ecosocialistas hasta este jueves para corregir de forma inmediata esta situación y han anunciado que sino se atienden su demanda “el grupo puede tener los días contados”.

Los diputados, que ponen su futuro en manos de la organización, exigen que las tareas del grupo se repartan al 50% y tener una visibilidad compartida. El grupo ha celebrado este mediodía una reunión y esta tarde se conocerá el alcance de la crisis y si se ha resuelto o bien ha estallado definitivamente. Catalunya Sí que es Pot cuenta con 11 diputados distribuidos de esta forma: cuatro de Iniciativa, cuatro de Podemos, uno de Esquerra Unida i Alternativa y dos independientes, entre ellos su presidente.

En un documento remitido a más de un centenar de personas de los círculos, los diputados de Podemos sostienen que no tienen espacio mediático y que se han convertido “en meros espectadores de la actividad parlamentaria. Es un espacio donde ICV hace y deshace a placer”, reza el texto. Los parlamentarios aseguran que esta situación se arrastra desde hace tres meses sin poderla revertir y que ya les han comunicado a Lluís Rabell, Joan Cocubiela (Iniciativa) y Joan Josep Nuet (EUiA) que el actual estado de cosas es “intolerable”, que es necesario un “cambio profundo en el funcionamiento” y que si no se revierte, como demandan desde hace tiempo, “el grupo tendrá los días contados”.

Por ello, han presentado una propuesta para mejorar las relaciones entre los socios y en la que se constate que ninguna fuerza tenga “supremacía” sobre la otra y que tiene su origen en que en el protocolo firmado en su día a Iniciativa le correspondía ser portavoz. “Pero eso no implicaba que los diputados de Podemos desaparecieran del mapa político catalán”, denuncia el documento remitido a las bases. Según el texto, los dirigentes de Iniciativa instaron a resolver la situación a quienes firmaron la confluencia pero los diputados de Podemos se niegan, al sostener que son los únicos interlocutores válidos y que sus reivindicaciones son innegociables.

“Creo en la enorme necesidad de trabajar juntos más allá de siglas, de partidos y entidades (…). Pero una cosa es trabajar juntos y otra al dictado”, dice el documento que presumiblemente ha redactado Albano Dante Fachín. Texto que recalca en que no se trata de salir más en televisión sino en no “ser domesticados” y en no aceptar las formas de actuar de “la vieja política”. Las exigencias son básicamente en que las comparecencias mediáticas y también, aunque en menor medida, en el Pleno, serán al 50% y en tener la primera portavocía de la comisión del grupo constituyente.

La tercera crisis en cuatro meses

El grupo Catalunya Sí que es Pot concurrió a las elecciones del 27-S tras formarse contrar reloj y en apenas cuatro meses ya ha sufrido tres crisis.

1. El diputado Gerard Bargalló, de Podemos, electo por Tarragona, renunció a su acta de diputado 10 días después del 27-S al trascender que había cobrado el paro durante dos años de forma fraudulenta y que la Tesorería de la Seguridad Social le hubiera embargado por no haber hecho efectiva su deuda. Tras hacerse efectiva su decisión, le sustituyó la número dos de la lista, la ecosocialista Hortènsia Grau. Podemos Tarragona reivindicó, sin éxito, que, por razón de los equilibrios, ese parlamentario le correspondía al partido morado.

2. El diputado Joan Giner, de Podemos, denunció el pasado 9 de noviembre, en un artículo en su blog, presiones de Rabell y de Coscubiela para que votara en contra de la resolución independentista del 9-N. Giner era partidario de abstenerse al defender el referéndum y no votar junto a los partidos del búnker. Esa es la misma postura que ha mantenido Barcelona en Comú cuando se ha votado el texto en el Ayuntamiento. Giner acató la disciplina de voto pero denunció las presiones.

3. Justo después de que Ada Colau haya decidido impulsar un nuevo partido en Cataluña, trasciende la crisis cuando hace apenas tres semanas que se ha constituido el nuevo gobierno y todavía no han entrado en funcionamiento las comisiones.

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