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Comisarios emergentes en el Caixaforum

Juan Canela inaugura un ciclo expositivo que ofrece nuevas miradas sobre las colecciones de la Caixa y el Macba

Hablamos sin parar y transmitimos información de forma a menudo compulsiva, pero ¿realmente comunicamos? Y ¿cómo lo hacemos? Intentan responder a estas preguntas desde el territorio del arte, las obras que Juan Canela (Sevilla, 1980) ha seleccionado para la exposición Hablo, sabiendo que no se trata de eso, abierta en CaixaForum hasta el 7 de febrero. La muestra es la primera entrega de la segunda edición de Comisart, un programa que pretende impulsar la carrera de los comisarios emergentes ofreciéndoles la posibilidad de generar nuevas miradas sobre el fondo de arte contemporáneo de la Fundación La Caixa, al que este año se suma la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba).

Además, los tres comisarios que componen el ciclo pueden integrar los fondos con un número razonable de obras invitadas. Las de Canela son cinco, destaca Cabaña de fusta, cabaña de plomo de Pep Vidal que remite al Espacio de dolor de Joseph Beuys, un cuarto totalmente forrado de plomo, que representa una síntesis de su vocabulario artístico. Vidal, licenciado en Matemáticas, construyó una cabaña de madera enfrente de Hangar, donde estaba realizando una residencia artística y allí escribió la tesis que le valió el doctorado en Física. Encerrado en la cabaña de plomo de Beuys, Vidal lee por primera vez la tesis completa y va añadiendo como notas a pie de página todos los recuerdos, triviales y profundos, que surgen durante la lectura. El artista, que empezó la acción antes de la inauguración, la continuará hasta terminar la tesis y el público podrá ver los avances a través de una proyección.

Tras eliminar los paneles de la sala 2, convirtiéndola en un espacio completamente diáfano, Canela ha desplegado las 17 obras de su selección alrededor de una escultura de Chillida, formada por tres elementos parecidos a menhires antiguos, que dialogan entre ellos. “Las piezas se agrupan alrededor de tres ejes de reflexión. Unas se interrogan sobre el propio lenguaje y sus límites. Otras generan sistemas de comunicación ajenos al lenguaje como la bandera de Asier Mendizábal y las últimas se activan desde la materialidad como las vidrieras de Matt Mullican y la inestable solidez de Susana Solano”, concluye Canela, uno de los comisarios más activos y con más proyección de la última generación.

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