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El Ayuntamiento reduce de 160 a 73 millones la inversión en aparcamientos disuasorios

El PP denuncia la bajada y Ahora Madrid alude a nuevos estudios que han provocado el cambio del proyecto

Esther Sánchez
Aparcamiento en la estación de cercanías de Aravaca, ayer.
Aparcamiento en la estación de cercanías de Aravaca, ayer.Kike Para

Los 160 millones que el Ayuntamiento de Madrid iba a invertir en la construcción de ocho aparcamientos disuasorios en cuatro años, se han reducido a 73. El gobierno municipal explica que el cambio se debe a las nuevas conclusiones a las que ha llegado tras llevar a cabo “un estudio más profundo de las necesidades y de las tecnologías” a emplear. A lo largo de este año, el Consistorio definirá con exactitud los pormenores de la actuación. El PP, por su parte, ve en esa rebaja un incumplimiento de las promesas municipales.

La construcción de aparcamientos disuasorios es una de las soluciones que baraja Ahora Madrid y que también han considerado anteriores gobiernos municipales para intentar poner freno al descontrol del tráfico madrileño. Dos impresionantes atascos que colapsaron la ciudad en octubre pasado volvieron a sacar a la luz esta solución. Los posteriores episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno, que obligaron a aplicar medidas de restricción del tráfico, ratificaron la necesidad de poner en marcha proyectos que animen a los madrileños a aparcar sus vehículos.

La concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, anunció en ese momento y acuciada por el caos circulatorio una inversión de 160 millones en ocho aparcamientos, con cerca de 2.000 plazas cada uno. Las infraestructuras se situarían en las seis autovías de acceso y en las carreteras de Colmenar Viejo y Toledo. El proyecto se desarrollaría a lo largo de los cuatro años de legislatura, e incluso se tendrían listos los primeros en 2017.

Ahora, con los presupuestos municipales ya aprobados, la partida destinada a gestión de aparcamientos ha quedado reducida a 73 millones, un 55% menos de la cantidad indicada por Sabanés. En 2016 se destinarán 240.000 euros a elaborar los estudios necesarios y trazar el diagnóstico completo, informan fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad. Por este motivo todavía no pueden dar detalles del desarrollo de la actuación. En 2017 y 2018 se invertirán 24 millones cada año, que subirán a los 25 millones en 2019.

El PP acusa a Ahora Madrid de “hacer propaganda” y de “engañar” a los ciudadanos. El portavoz de Economía y Hacienda del grupo municipal popular, José Luis Moreno, califica de “broma de mal gusto” la “raquítica cantidad que se va a emplear en 2016 en un plan que se consideraba supuestamente una prioridad del gobierno de Carmena”. En su opinión, este comportamiento denota que “o bien no tienen claro el modelo de ciudad o son especialistas en hacer propaganda”.

La ciudad ya cuenta con algunos aparcamientos disuasorios, menos de los que se planteó en su día el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, que presentó en 2006 un proyecto para la construcción de 30. En aquel momento se había detectado un déficit de 50.000 plazas. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Madrid, aprobado en diciembre de 2014, redujo esta cifra a 15.711 plazas. En la actualidad, los ciudadanos cuentan con 12 estacionamientos de este tipo en funcionamiento. El Plan de Movilidad de la ciudad localiza otros 26 emplazamientos posibles.

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El mismo documento sostiene que “en cualquier caso”, es necesario que se realice un plan donde estén implicadas distintas Administraciones. Solo de esa forma se podrán determinar de forma definitiva las ubicaciones, su dimensionamiento, la inversión necesaria y el tipo de explotación más adecuado.

45 parkings

A finales del pasado diciembre, la Comunidad de Madrid decidió instar al uso de los aparcamientos disuasorios de acceso a la capital con el objetivo de “mejorar el tráfico y la calidad del aire”. Son 45 infraestructuras distribuidas por 29 municipios de la región. Las cifras de ocupación son muy bajas en algunos de ellos, a pesar de estar abiertos al público las 24 horas los 365 días del año y de que muchos se encuentran situados junto a intercambiadores y estaciones de transporte público. En total hay disponibles 22.574 plazas. El 80% son gratuitas y el resto cuestan entre 1,10 al día y 17,45 euros mensuales.

Aunque todo parecen ventajas, los potenciales usuarios no se animan. “En muchos casos por desconocimiento”, dice el gobierno regional. El de Móstoles-El Soto, con 1.339 plazas, tiene una ocupación de entre el 50% y el 60%; el de Ciudad Universitaria (al lado de Moncloa), con 1.498 plazas, llega al 30% y el de Boadilla del Monte, de 365 plazas, solo cubre el 15%.

Con el fin de facilitar su utilización, la web del Consorcio Regional de Transportes ha publicado un mapa interactivo en el que se pueden consultar ubicaciones y posibilidades con las que cuentan.

Estacionar e ir de compras o al banco

En la capital entran cerca de 450.000 vehículos a diario, de los cuales la mitad corresponden a residentes de fuera del municipio, según indica el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la ciudad de Madrid. El estudio considera un objetivo “viable técnica como funcionalmente” derivar un 5% de esos coches hacia estacionamientos de disuasión. La existencia de espacios de aparcamiento perimetrales (actuales o previstos) vinculados a infraestructuras de transporte facilitaría su construcción.

Se propone también que puedan tener otros usos asociados —por ejemplo, de tipo comercial—, que aportarían otros ingresos y, al mismo tiempo, otros atractivos al usuario. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se sumó a esta visión, con la propuesta de que cuenten con servicios pensados para las mujeres. Podrían ser entidades financieras o supermercados.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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