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Cien concejales de la CUP piden investir a Artur Mas

El líder de Convergència pide que se deje trabajar a los anticapitalistas

Antonio Baños, junto a otros diputados de la CUP.
Antonio Baños, junto a otros diputados de la CUP. Albert Garcia

Los militantes de la Candidatura d'Unitat Popular siguen tomando posiciones antes de la decisiva asamblea que el domingo debe dilucidar si los diputados de la formación votan favorablemente la investidura de Artur Mas o persisten en su veto. Los últimos en hablar han sido cien concejales encuadrados en la corriente Poble Actiu, que se decantan por permitir la reelección del actual presidente en funciones. En caso de voto contrario, se tendrían que repetir las elecciones. 

En un manifiesto, titulado "Ni un paso atrás hacia la independencia", los cargos anticapitalistas consideran que unos nuevos comicios "supondría la anulación de los del 27-S", que los independentistas calificaron de plebiscito. Según su relato, las nuevas elecciones supondrían el fin del proceso independentista: "el retorno del marco autonómico y la imposibilidad de construir la república catalana". 

Por ello los concejales optan por favorecer la investidura y permitir así "la formación de un Gobierno para poder iniciar la desconexión con el Estado de forma inmediata". El documento no cita explícitamente el nombre del líder de Convergència, pero es la única opción que hay sobre la mesa: Junts pel Sí ya ha avisado de que si la CUP no vota a Mas, habrá elecciones. 

La formación llega a la asamblea totalmente dividida por el voto a Mas: unos lo defienden como un mal menor mientras otros, como la corriente Endavant o Arran, creen que hay que persistir en el rechazo aunque ello suponga unas nuevas elecciones. Un sector de la CUP incluso ha contactado con Ada Colau para recabar su apoyo si hay comicios en marzo. 

Mas evita añadir presión

El más pendiente de la asamblea del domingo será Artur Mas, cuyo futuro está en las manos de los 3.577 anticapitalistas que acudirán al cónclave. El líder de Convergència ha evitado esta mañana añadir presión sobre la CUP: "Lo más inteligente que puedo hacer para que vaya bien es no hablar", ha argumentado. Tras concretar que no quiere que sus palabras se malinterpreten, el presidente en funciones ha pedido que se deje trabajar a los anticapitalistas: "Tienen todo el derecho a hacerlo". 

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