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Un sector de la CUP plantea una alianza electoral a Colau

El sector más reacio a investir a Mas es el que plantea el pacto con la alcaldesa de Barcelona de cara a unas elecciones en marzo

David Fernandez en el debate Nacional de la CUP.
David Fernandez en el debate Nacional de la CUP.A. Garcia

Un sector de la CUP, del que forman parte militantes y al menos un diputado autonómico electo, se ha acercado al entorno de Ada Colau, líder de Barcelona en Comú y alcaldesa de Barcelona, para plantear una alianza con vistas a otras hipotéticas elecciones en Cataluña en marzo. La propuesta comenzó con un encuentro informal y ha llegado hasta el secretariado de la CUP, que la ha aparcado hasta poder valorar el resultado de la asamblea de este domingo: en ella el partido anticapitalista decidirá si apoya o no la investidura de Mas.

La CUP está ahora mismo fuertemente dividida entre los partidarios de investir presidente de la Generalitat a Artur Mas; los que, en principio, son contrarios; y el sector más beligerante a hacerlo. Tras recibir el martes la última oferta de plan de choque social por parte de Junts pel Sí, cerca de 4.000 militantes de la CUP están citados este domingo en Sabadell (Barcelona) para decidir si apoyan al presidente en funciones.

Es el sector más reacio a investir a Mas, integrado por personas que provienen de los movimientos sociales y bajo el paraguas de Crida Constituent, el que plantea la alianza con la formación de Ada Colau. Sus argumentos son dos. El primero es que no pueden investir a Mas tras varios años clamando literalmente en la calle contra las políticas y los recortes de CiU. El segundo, que una alianza con Colau y su entorno les permitiría ganar músculo electoral, sobre todo tras la victoria de En Comú Podem en Cataluña en las elecciones generales del 20-D.

Crida Constituent plantea incluso el acercamiento a Colau como argumento para no investir a Mas. Si el presidente en funciones afirma que no teme una nueva convocatoria electoral, nosotros tampoco, vienen a decir. Y sugieren una eventual confluencia con En Comú Podem, contando con el tirón de la alcaldesa, como estrategia táctica con vistas a otras eventuales elecciones autonómicas en marzo de 2016.

Las dos formaciones han confirmado el acercamiento. En Barcelona en Comú recuerdan que el partido se creó como espacio municipalista para ganar la alcaldía, y que, tras arrebatarla a CiU, ha afrontado las sucesivas convocatorias electorales una a una. En la CUP la idea no genera por ahora consenso en todos los sectores, pero el secretariado la seguirá estudiando. “A partir del domingo veremos si la situación nos conduce a unas nuevas elecciones; si esto pasa todo estará abierto”, explican fuentes de la dirección.

Colau se apartó de la carrera electoral en las autonómicas visiblemente incómoda con la polarización por la cuestión independentista. En cambio, ha puesto toda la carne en el asador en la campaña de las generales, en la que su formación acudió aliada con Podemos, con la condición de tener grupo parlamentario propio en el Congreso y de llevar un referéndum soberanista vinculante en el programa. El cabeza de lista de En Comú Podem, el historiador y activista Xavier Domènech, proviene del Gobierno municipal de Barcelona.

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Dos escenarios

El martes, los diputados electos de la CUP Anna Gabriel y Josep Manel Busqueta comparecieron en el Parlament visiblemente molestos con los sectores partidarios de investir a Mas. Por su parte, el portavoz de Crida Constituent, David Caño, escribió en la red social Facebook que él apuesta por dos “escenarios”: o validar la propuesta de Junts pel Sí y al mismo tiempo trabar una alianza con En Comú Podem, o ir a elecciones en marzo junto al partido de Colau.

“Validar la propuesta de acuerdo, tensionar para cumplir/rendir cuentas a partir de la creación de espacios para hacerlo posible, movilizando la calle y disputando la hegemonía del Proceso Constituyente y el liderazgo del proceso hacia la independencia gracias a una alianza entre CUP y En Comú Podem que haga mover a ERC y aísle a CDC sin que esta pueda descolgarse”, planteó Caño sobre el primer escenario. En el segundo, proponía una alianza electoral con En Comú Podem. “Este artefacto electoral podría sacar excelentes resultados”, afirmaba. Según él, permitiría ganar presencia en el entorno metropolitano de Barcelona y “garantizar un referéndum unilateral”, abriendo la posibilidad de pactarlo con ERC.

Colau está fuertemente condicionada para adoptar cualquier decisión. Cinco meses después de su investidura sigue sin tener una mayoría estable para gobernar y va alternando acuerdos puntuales con Esquerra Republicana, el PSC y la CUP. Sin embargo, la aprobación de los Presupuestos y de los planes más ambiciosos para Barcelona requieren de un acuerdo más estable. Un acercamiento solo a la CUP podría dejar a la alcaldesa sin el apoyo de los otros dos partidos de la izquierda.

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