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La campaña electoral sella la alianza del PSC con el PSOE

La renuncia a la consulta legal y acordada facilita la gran armonía entre ambas formaciones

Miquel Iceta, Carme Chacón y Pedro Sánchez, en el mitin final
Miquel Iceta, Carme Chacón y Pedro Sánchez, en el mitin final Massimiliano Minocri

La campaña de unas generales es seguramente la cita en la que el PSC se siente más cómodo, no solo porque pueden exhibir la obra de gobierno de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, sino porque permite aparcar las diferencias de planteamiento que mantienen con el PSOE.

Además de todo eso, estos días de campaña han servido para que los socialistas catalanes y españoles sellen una alianza de lealtad insólita hasta ahora y que no se entiende sin la sintonía que mantienen Miquel Iceta y Pedro Sánchez. No ha habido acto en el que uno y otro no se hayan lanzado elogios por la colaboración mutua mostrada en estos meses, especialmente en la campaña de las autonómicas, en la que Sánchez estuvo en Cataluña 10 de los 15 días que duró la campaña.

Iceta agradece ese apoyo siempre que se le presenta la ocasión, aunque tanta sintonía no se explicaría si el PSC no hubiera renunciado primero a la consulta legal y acordada que defendió en la época de Pere Navarro y que, pese a todo, desgarró el partido como nunca antes había sucedido.

El fichaje de la catalana Meritxell Batet como número dos del PSOE por Madrid ha sido otro gesto de Sánchez que sentó muy bien en el PSC, pero al partido le queda ahora encajar los resultados del domingo, en el que temen otra caída, y encarar su futuro más inmediato. Si en las autonómicas fue Ciudadanos quien le segó la hierba al PSC es muy probable que ahora vuelva a sufrir otra OPA electoral por la izquierda con En Comú-Podem, la candidatura auspiciada por Ada Colau. Los socialistas catalanes restaron importancia al hecho de que la alcaldesa apoye esa candidatura, pero los resultados que vaticinan todas las encuestas no se explican sin la decidida implicación de la edil en la campaña.

Todo eso deberá ser digerido por el PSC en su congreso de la primavera, si no hay un nuevo adelanto electoral en Cataluña, y allí volverá a plantearse el debate de si el PSC mantiene su compromiso decidido con el catalanismo político o renuncia definitivamente a él a la vista del auge de Ciudadanos. El liderazgo de Miquel Iceta no parece cuestionado por ahora, pero en función del resultado electoral del domingo podría cambiar la situación para articular una nueva dirección. Los tanteos internos ya han empezado.

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