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Mas blindó en junio al juez Vidal por tres años como cargo de confianza

El exmagistrado renunció al cargo el 30 de noviembre para hacer campaña con Esquerra

Santiago Vidal, durante un acto electoral de Esquerra.
Santiago Vidal, durante un acto electoral de Esquerra.Massimiliano Minocri

El Departamento de Justicia formalizó un contrato de tres años como personal eventual al juez Santiago Vidal a finales de junio. Artur Mas ya había prometido entonces que adelantaría las elecciones al 27 de septiembre, aunque no se había pactado la candidatura de Junts pel Sí, por lo que fuese cual fuese el resultado, Vidal se aseguró un sueldo durante tres años, curiosamente el mismo período de tiempo por el que le suspendió el Consejo General del Poder Judicial por participar en la elaboración de una constitución catalana 

Los cargos de confianza cesan cuando cesan el consejero que los nombra o a petición propia, que es lo que acabó haciendo el propio Santiago Vidal el pasado 30 de noviembre para dedicarse de lleno a la campaña electoral como candidato de Esquerra al Senado.

El Departamento de Justicia de la Generalitat tiene diez plazas de cargos de confianza, personal eventual, en la denominación oficial. Cinco son cargos estructurales, como el jefe de gabinete del consejero o el de protocolo, y otros cinco son asesores de diversos programas.

El reclutador de jueces para el Estado catalán

El sueldo anual que se le asignó a Santiago Vidal fue de 87.435 euros, similar al que cobraba en la Audiencia de Barcelona. En los cinco meses en el cargo y desde su despacho en el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat, Vidal sondeó a varios abogados para que se sumasen a la judicatura de una Cataluña independiente. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña criticó la iniciativa por considerar que “comprometía gravemente” la “confianza colectiva en el Poder Judicial” y reclamó a la Generalitat que le exigieran responsabilidades.

En lo que va de año, Justicia ha formalizado tres contratos de personal eventual y solo el de Santiago Vidal tenía fecha de duración: del 29 de junio de este año al 28 de junio de 2018, según la información facilitada por el propio departamento. Un portavoz oficial, sin embargo, rectificó ayer ese dato y precisó que en realidad lo que dura tres años no es el contrato al juez Vidal sino la aplicación del programa para el que fue contratado y que es el de “estudiar las instituciones y los organismos en el ámbito de la administración de justicia y el poder judicial en Cataluña”. Ningún otro asesor está blindado por contrato como lo estaba Vidal.

En aplicación de esas funciones, el juez suspendido entrevistó en su despacho oficial de la Generalitat a diversos abogados para que se sumasen al futuro poder judicial catalán cuando llegara la independencia y se tuvieran que cubrir las plazas que quedarían vacantes de los magistrados ahora destinados en Cataluña, como desveló EL PAÍS el 24 de septiembre. Vidal negó al día siguiente la información que él había explicado, después de que el ministro de Justicia, Rafael Català, advirtiese al consejero Germà Gordó, que instaría a la fiscalía a actuar si confirmaban oficialmente lo publicado.

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La actuación de Vidal desde que era juez y elaboró la constitución catalana siempre ha provocado malestar en el Palau de la Generalitat, aunque acabase recolocado en el Departamento de Justicia en el programa ya citado para redactar de un libro blanco de la Justitica en la Cataluña independiente.

Después de ser suspendido por el Consejo General del Poder Judicial por tres años el pasado mes de febrero Santiago Vidal flirteó con Convergència Democràtica y con Esquerra para ir en las listas de las elecciones municipales, pero no llegó a ningún acuerdo que le satisfaciera. Él mismo se postuló entonces para consejero de Justicia a los cuatro vientos, pero tampoco cuajó su deseo y finalmente fue recolocado como asesor.

Finalmente, ERC lo incluyó como cabeza de lista para el Senado y semanas después de ser designado y de que todas las encuestas den por segura su elección, Vidal renunció al cargo de asesor de la Generalitat el pasado 30 de noviembre. Su participación en la campaña está resultando intensa. En el caso poco probable de que no resultase elegido, no podrá acogerse al contrato que firmó y que la Generalitat da ya por acabado.

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