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García Prieto: “El exalcalde, que en paz descanse, me decía lo que tenía que hacer”

El expresidente de la Fecac, imputado por desviar fondos de la Feria de Abril, se presenta como víctima durante su declaración ante el juez

Jesús García Bueno
Francisco García Prieto el día que acudió a declarar a la Ciutat de la Justícia.
Francisco García Prieto el día que acudió a declarar a la Ciutat de la Justícia.Juan Barbosa

Francisco García Prieto ha asumido el papel de víctima frente a las acusaciones de haber saqueado (1,7 millones) los fondos de la Feria de Abril. En su declaración como imputado, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, el hombre que durante casi tres décadas dirigió la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (Fecac) negó haberse apropiado de un solo euro, cargó contra quienes fueron compañeros de su junta directiva y atribuyó la gestión económica a un muerto: el exalcalde de Barcelona durante la Transición Josep Maria Socías Humbert. Lo que sigue es un extracto de lo más granado de su declaración exculpatoria ante el juez, de hora y media.

El abogado muerto. García Prieto se sacudió toda responsabilidad sobre las finanzas de las dos entidades que presidió: la Fecac y la fundación del mismo nombre. “Había un secretario, abogado, que en paz descanse, el señor Socías Humbert. Me decía lo que tenía que hacer. Yo estaba en sus manos (…) Era presidente y tenía mi responsabilidad, pero había un tesorero y un abogado. Solo preguntaba, no disponía de los dineros”.

Está todo pagado. Preguntado por la confusión de caja entre la Fecac y la fundación —una pagaba servicios prestados a la otra entidad, y al revés— García Prieto admitió irregularidades, pero afirmó que lo importante era pagar. “A lo mejor sin querer o queriendo, se han mezclado las cuentas de la fundación y la federación. Cuando alguien trabajaba y había dinero en la fundación, se pagaba (…) Lo que no se puede es deber nada a nadie”.

Solo preguntaba, no disponía de los dineros"

El contable que no cuenta. El fiscal recordó a García Prieto que designó al último tesorero de la Fecac, Juan Salazar, pese a que este la había advertido de que no sabía de números. El expresidente se anduvo por las ramas, pero acabó negando la mayor. “Yo no soy contable. Él ha dicho que no es contable... ¡Pues yo tampoco soy contable! Lo que no puede ser es que el presidente es el culpable de todo... Va a ser que no”.

Sospechas sobre la junta. El caso salió a la luz por la denuncia de cuatro exmiembros de su junta directiva. “Mire, hay unos señores que llevan 28 años conmigo. Si soy culpable, el resto son culpables. Uno porque hizo alguna mala gestión, y el resto porque lo consintió”, dijo García Prieto, que no obstante negó haber delinquido. Arrojó, sin embargo, la sombra de duda sobre quien fue su mano derecha, Miguel Terrino (también imputado): “Una persona que lleva 20 años sin trabajar... Pues dígame usted de qué ha vivido”.

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La exclusiva del chopped. De lo que ha vivido García Prieto, afirmó, es de “comprar y vender jamones de jabugo, aceite de Córdoba y chopped y productos cárnicos de Crismona”. La exclusividad de ese negocio “ha pagado los colegios” de sus hijos. “Mi familia ha podido vivir y se podía dar algún caprichito que otro”. García Prieto recordó que no cobraba sueldo de la Fecac.

“Una persona que lleva 20 años sin trabajar... Pues dígame usted de qué ha vivido”

El almacén de la libertad. El fiscal considera que el expresidente se enriqueció, sobre todo, apropiándose de las bonificaciones que la marca Damm ofrecía a la Feria de Abril por tener la exclusiva de venta de cerveza durante la Feria. Los feriantes adquirían los productos a través de un “almacén regulador” que, según García Prieto, solo tenía la exclusiva para “la cerveza, el vino y la pepsi-cola”. “El resto era libertad”. El expresidente negó gestiones en esa área: “Allí se pagaba todo y quedaban los beneficios para la Fecac (…) Yo solo tenía claro que tal día tenía que dejar limpio el Fórum, el resto me traía sin cuidado”.

Los hijos, a recoger cajas rotas. La investigación también señala a dos de sus hijos, Francisco y Manolo García, por beneficiarse también con las bonificaciones. García Prieto defendió que la empresa de ambos, Quercumar, factura mucho más por su cuenta y no precisa la Feria. “Si la empresa tiene que vivir de diez días, apaga y vámonos”. Quercumar participaba en la feria, agregó, pero solo “para recoger las 2.000 cajas que quedaban averiadas”.

Un presidente con poco poder. García Prieto recordó que había una “junta directiva” en la Fecac y en la Fundación y que se celebraban “asambleas”. “Se discutía y la mayoría decía sí o no”. Un papel discreto que contrasta con la gestión absolutamente personalista que le atribuyen personas cercanas.

“Si la empresa [de sus hijos] tiene que vivir de diez días, apaga y vámonos”.

Demasiado dinero. El expresidente negó varias veces haberse apropiado de las cantidades citadas por el fiscal, que además ve desorbitadas... “¿Se apropió de un millón...?” “No, y además no salen los números en la vida. Es imposible”.

Siete coches sacrificados. De lo poco que admitió: utilizó una Visa de la entidad para reparar un Audi de su propiedad. Afirmó, no obstante, que lo hizo porque perdió la tarjeta, que pidió permiso a las administrativas y que devolvió el dinero. Aunque tuvo una curiosa forma de justificarse: “En 28 años, he reventado siete coches para la Fecac. Ruedas, parking, gasolina... ¿Cuánto he gastado?”.

La caja fuerte. Al cesar en el cargo García Prieto (2013), se hallaron 59.000 euros en una caja fuerte. “No es verdad. Yo dejé 90.000. Pero el dinero se perdió...”. El expresidente explicó que el efectivo se debía a “flecos” de la Feria y el Rocío (que luego se ingresaban en el banco), pero negó que pudiera siquiera meter mano a la caja: “Nunca en la vida he tenido el número de la caja fuerte, ni la llave, ni la he abierto”.

La Feria y el Rocío. En hora y media, García Prieto tuvo margen para divagar sobre las actividades que ha organizado y hacer balance de su etapa. “Hay que tener un pelín de loco para montar la Feria de Abril”. Sobre el Rocío, afirmó: “Es el evento más importante, va la gente de corazón”.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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