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Fórmulas y materiales

Gerard Fernández Rico y Albert Coma Estadella inauguran la temporada de los Espai VolArt de la Fundación Vila Casas

Gerard Fernández Rico (Barcelona, 1977) crea a través de la ciencia, en el sentido que utiliza procedimientos científicos para generar obras que a primera vista parecen pinturas o fotografías. En cambio se trata de una resina de epoxi, que el artista catalán ha ido a buscar a Marsella, en un laboratorio que se ha encargado de dar forma a sus deseos. De allí surgen las piezas que dan inicio al recorrido expositivo de (CH2–CH2)n, que se presenta en el Espai VolArt 1 de la Fundación VilaCasas, hasta el 13 de diciembre. Tras unas primeras piezas de resina, la muestra continúa con una serie de obras más recientes, que ponen de manifiesto la evolución de su relación con los materiales, de ahí su título, (CH2–CH2)n, la fórmula del polietileno. “Con las piezas de resina, la transformación química del material quedaba oculta, en cambio en estas nuevas obras utilizo el material tal como es, tan solo manipulándolo en su presentación”, explica Fernández Rico, que en esta serie se vale de mantas térmicas, redes de protección visual para la construcción, mallas de ocultación, embalajes y cintas adhesivas.

A lado de su presentación encerradas en marcos y cristales como si se tratara de pinturas, se exhiben también las fotografías de sus instalaciones extemporáneas en el espacio público: el área de descanso de una autopista, un descampado o una valla publicitaria. “Son instalaciones efímeras que monto cuando encuentro lugares sugerentes”, indica el artista, que expondrá estas nuevas obras junto con una instalación realizada in situ en la feria de Colonia, de la mano de la Galería Tres Punts de Barcelona.

Destila pasión por los materiales también Conexiones, la primera exposición individual del conocido pintor, escultor y grabador leridano Albert Coma Estadella (Lleida, 1933 – 1991), que se organiza en Barcelona. Comisariada por Josep Miquel García, la muestra no tiene carácter retrospectivo, si bien realiza un recorrido cronológico por toda la trayectoria del artista, poniendo en evidencia un diálogo constante entre los materiales y los conceptos. “Es un ensayo visual, que demuestra su pasión por los materiales pobres, plomos, estropajos de aluminio, madera. Incluso podía dibujar sobre la puntilla de papel que ponen debajo de los pasteles”, explica su viuda Mary de Coma Estadella, apuntando que empezó su carrera como escultor en el taller de Leandre Cristofols y luego estudió pintura con Josep María de Sucre.

La muestra reúne una cuarentena de obras, entre las que se encuentran piezas emblemáticas, como el dibujo, conservado en el MNAC, con el que Coma Estadella ganó el Premio Joan Miró en 1968, que anticipaba ya el uso de las plantillas, constante en toda su obra. El recorrido está diseminado por fragmentos textuales, extraídos de sus cuadernos, que revelan la preocupación del artista por el planeta y la emergencia ecológica y su interés por las leyendas celtas y los ciclo artúricos.

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