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El jefe de la empresa pública informática ganó dos concursos por 3,7 millones

Cándido Cerón participó en 2009 en dos adjudicaciones a Avánzit, de la que era cargo desde 200: una de 2,5 millones de la Ciudad de la Justicia y otra de 1,2 millones de digitalización

Elisa Silió
Corujo, exsubdirector general de ICM (izquierda) y Martínez Nicolás, consejero delegado.
Corujo, exsubdirector general de ICM (izquierda) y Martínez Nicolás, consejero delegado.KIKE PARA

El consejero delegado de la Agencia de Informática y Comunicaciones de la Comunidad (ICM) en 2007, Cándido Cerón, licitó por 2,5 millones de euros un informe sobre la implantación del sistema informático de la Ciudad de la Justicia que ganó Avánzit, empresa de la que ha sido alto cargo entre 2001 y 2015. Ayer, en la comisión de corrupción de la Asamblea, un exsubdirector de ICM, Silvano Corujo, calificó de “entelequia demencial e inviable” el trabajo de Avánzit. Afirmó que implantarlo saldría diez veces más caro que otra “solución estandard”. Meses después, Cerón firmó con Avánzit otro contrato de 1,2 millones.

La sombra de la Gürtel y de López Viejo

A José Martínez Nicolás, exconsejero de ICM (2007-2014) imputado en la trama Púnica y sucesor de Cándido Cerón, los parlamentarios le preguntaron por Ilustra Madrid, el segundo contrato que Cerón licitó y que ganó Avánzit por 1,2 millones. El objeto era digitalizar los documentos de la Dirección General de Patrimonio. "Se paralizó. Yo tomé la decisión. Estaba tutelado por Alberto López Viejo [exconsejero de Deportes e imputado por la trama Gürtel]".

La diputada socialista Encarnación Moya aprovechó entonces para recordar que los documentos eran de Patrimonio, no de Deportes. Nicolás dijo entonces: “No le puedo dar esa respuesta. Eso se generó fuera de ICM”.

Javier Botija, exdirector de Compras y Logísticas de ICM, aseguró que se plantearon una continuación de Madrid Ilustra para años posteriores, pero finalmente la agencia informática de la Comunidad de Madrid lo bloqueó por ser “inviable por costes”.

Cándido Cerón, también imputado por gastar 80.000 euros con la tarjeta opaca de Caja Madrid cuando era consejero, formaba además parte del consejo de administración de dos pequeñas empresas (Servicios Generales de Teledifusión y Telecomunicaciones y Sistemas e Ingeniería de Producto 2000), que en 2001 se fusionaron con Avánzit. Desde entonces Cerón ha ocupado distintos cargos en Avánzit Wireless, Avánzit ENA SGT y Avánzit Telecom. De esta última dejó de ser vicepresidente en abril. Ezentis, la actual Avánzit, no ha contestado a las preguntas de EL PAÍS.

Silvano Corujo, exsubdirector de ICM, acudió ayer a la comisión de investigación de la corrupción que supervisa la gestión de ICM —tangencialmente implicada en la trama Púnica— y no ahorró críticas contra la gestión de Cándido Cerón, su inmediato superior jerárquico. El diputado Ramón Espinar, de Podemos, le preguntó en concreto por el contrato que logró Avánzit sobre el sistema informático de la Ciudad de la Justicia, un fallido complejo judicial promovido por la Comunidad en Valdebebas: “[El de Avánzit] era un informe inviable. Especulaba sobre cuáles eran las tecnologías más adecuadas, las soluciones más punteras. Era una entelequia demencial”. Y remató: “Señoría, la decisión la tomaron otros cuando yo no estaba. Como ingeniero, la solución tecnológica me parecía disparatada”.

Encarnación Moya, la portavoz socialista, siguió ahondando en el tema, y Corujo siguió poniendo peros: “Soy el único que vio el informe. Se le abonó a Avánzit s[A AVANZIT]olo lo que había hecho [no indicó la cantidad]. El estudio no iba a ninguna parte. Protestaron, pero se demostró con protocolos [que era incompleto]”.

“Máxime”, remarcó Corujo, “porque [sus soluciones] no se podían implantar en edificios tan delicados como los de la Ciudad de la Justicia. Son obras con propiedad intelectual. ¡No hubiésemos podido abrir ni una pared! Hubiese constado 10 veces más que una instalación estandard”. Los edificios de la fallida Ciudad de la Justicia fueron proyectados por estrellas de la arquitectura internacional como Norman Foster o Zaha Hadid.

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“Somos muy pulcros. Eso es ilegal”

En 2007, una auditora revisó las cuentas de Avánzit y se felicitó por los resultados: “Se ha producido una mejora en los márgenes de comercialización y EBITDA por una estricta optimización de la gestión de los recursos (...) y por la realización de proyectos basados en el conocimiento, como la consultoría y gestión de un proyecto de la Ciudad de la Justicia o el proyecto de digitalización de la base documental histórica de la Comunidad de Madrid”.

A Javier Botija, director de Compras y Logística de ICM (2007-2015), lo contrató Cerón, pero dijo ayer desconocer sus vínculos con Avánzit. De haberlos sabido, aseguró, el acuerdo se hubiese echado atrás en la primera mesa de contratación. “Somos muy pulcros. Eso es ilegal”, manifestó. Aunque Botija remarcó que Avánzit ocupaba en 2007 “solo el puesto 23 de las empresas más contratadas por ICM, que manejó en 2008 un presupuesto de 222 millones” de euros.

Ninguno de los comparecientes confirmó otros dos contratos, anunciados por Avánzit en 2006, con ICM. Un proyecto de llamadas por Internet para la Ciudad de la Justicia y una “oficina virtual de prestaciones”.

Por su parte, Alfonso Serrano, portavoz del PP, afirmó que a su partido no ha llegado documentación sobre esta acusación y añadió al respecto: “Alguno quiere correr mucho”.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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