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Diez detenidos por dejar en coma a un joven en Malgrat de Mar

Los Mossos investigan si los arrestados habían “quedado” por Internet para agredirse

Alfonso L. Congostrina

Los Mossos d’Esquadra de Arenys detuvieron el pasado lunes a ocho jóvenes, y a otros dos ayer, acusados de participar en la agresión que dejó en estado de coma a Sergio M., de 20 años y vecino de Montcada y Reixac, el pasado 22 de noviembre en las puertas de la discoteca Tropicana de Malgrat de Mar (Maresme).

Los acusados tienen entre 19 y 22 años, todos son vecinos de Granollers (Vallès Oriental) y tienen nacionalidad española. Los Mossos d’Esquadra sospechan que la víctima se pudo ver involucrada en una pelea gratuita entre dos grupos. Los arrestados no pertenecen a bandas sino que contactaron, supuestamente, a través de foros de Internet y redes sociales. La investigación apunta a que marcaron día, hora y lugar para agredirse sin que hubiera motivo, aparente, para ello. Violencia porque sí. Los Mossos imputan a los acusados varios delitos de lesiones.

La quedada tuvo lugar el pasado domingo 22 de noviembre alrededor de las 6.00. La Policía Local de Malgrat de Mar recibió un aviso de que se había producido una pelea en las puertas de el centro de ocio Tropicana. Varias patrullas se dirigieron al paseo Marítimo y localizaron a dos jóvenes heridos. Uno de ellos, que presentaba diferentes lesiones en la boca, informó a los agentes que un grupo de personas había apaleado a su amigo que estaba inconsciente. Una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas trasladó a Sergio hasta Hospital Can Ruti de Badalona, donde ayer permanecía ingresado en estado de coma y con pronóstico muy grave.

Los Mossos abrieron una investigación, revisaron cámaras de vigilancia y analizaron diferentes foros de Internet. El lunes detuvieron a los ocho jóvenes primeros jóvenes a los que acusa de dejar en coma a Sergio M. y ayer por la tarde a dos más.

A principios del pasado mes de octubre la policía catalana pudo impedir una batalla campal entre casi un centenar de menores en el distrito barcelonés de Nou Barris. En aquella ocasión los agentes pudieron detectar, antes de que se produjera, una pelea que se había acordado previamente por Internet.

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