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28 años de prisión al empresario que encargó el doble crimen de Càlig

La sentencia condena a 30 años al otro acusado por mediar entre el sicario y el autor intelectual

Isauro López, el empresario gallego que encargó y pagó por el asesinato de su examante, Yalennys V. y un amigo de ésta, ha sido condenado este miércoles a 28 años de prisión. La Audiencia Provincial de Castellón también ha establecido una pena de 30 años de prisión para el otro acusado, Antonio Mas, como cooperador necesario, ya que medió entre el empresario y el sicario que ejecutó los asesinatos. Tanto López como Mas fueron declarados culpables el pasado 11 de noviembre por un jurado popular.

Los hechos sucedieron en 2005, cuando un sicario ejecutó a Yalennys V. y a Juan Manuel M., en la casa de la joven en Càlig. Los cuerpos estaban atados de pies y manos y tenían disparos en la nuca y en la cara. En 2008 se condenó a Emilio Pérez a 44 años de prisión, como autor material de los hechos. En ese proceso se determinó que el doble crimen había sido un encargo, por lo que era necesario encontrar al autor intelectual, y a la persona que le puso en contacto con el sicario. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil siguió con las investigaciones hasta que, durante este nuevo juicio, estableció la conexión entre el sicario y el mediador, Antonio Mas, y, a la vez, entre el mediador y el autor intelectual, Isauro López.

Yalennys V. e Isauro López iniciaron una relación sentimental en Cuba durante uno de los múltiples viajes del empresario. En 2003 López medió para que la víctima se instalara en España. Le facilitó un piso, un coche, un trabajo y una cuenta bancaria, en la que ingresaba dinero periódicamente. Todo ello en Benicarló, donde el empresario tenía negocios inmobiliarios. Según la sentencia, Isauro ejerció un fuerte control sobre la víctima a través de los teléfonos móviles, las agendas o las amistades, y la amenazó cuando ella intentó poner fin a la relación.

A principios de 2005 Yalennys rompió con el empresario, le devolvió el coche y el piso, y se compró una casa en Càlig, con la intención de empezar una nueva vida. En junio de ese mismo año, cuando volvía a casa con su hermana, sufrió un accidente de coche. Un amigo, Juan Manuel M., la acompañó a casa a por los papeles del seguro. Allí, ambos fueron ejecutados. Diez años después, se esclarece este crimen que conmocionó a Càlig, un municipio de poco más de 2.000 habitantes en el norte de la provincia de Castellón.

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