_
_
_
_
_

Operación contra la explotación sexual en las calles de Barcelona

Los Mossos d’Esquadra detienen a veintena de personas por traficar y forzar a la prostitución a mujeres nigerianas

Rebeca Carranco
Uno de los detenidos esta mañana, en L'Hospitalet.
Uno de los detenidos esta mañana, en L'Hospitalet.albert garcia

Los Mossos d’Esquadra han llevado a cabo desde las ocho de la mañana una operación contra el tráfico de seres humanos y la explotación sexual en las calles de Barcelona. La policía catalana ha detenido a una veintena de personas, con la previsión de llegar a 34, acusadas de forzar a la prostitución a mujeres nigerianas, a las que explotaban en algunas calles de la capital catalana, como La Rambla o el Raval, según fuentes de la causa consultadas por EL PAÍS. La policía sospecha que a algunas de ellas las trasladaban desde su país de origen hasta Cataluña, en duras condiciones.

La investigación, a manos de la Unidad Central de Tráfico de Seres humanos y dirigida por el juzgado de instrucción número 4 de L'Hospitalet de Llobregat, va contra un grupo de acusados, varios de origen nigeriano, que forman parte de una hermandad criminal conocida como los Supreme Eiye Confraternity. "Hemos actuado contra la rama local y la rama internacional, que también tenía a algunos de sus miembros aquí", ha explicado el portavoz de los Mossos d'Esquadra, el intendente Xavier Porcuna. Y ha definido la organización como una de las "más cruentas" por los métodos usados contra las víctimas. 

Los agentes calculan que han explotado a un centenar de mujeres desde mayo de 2014, cuando empezó la investigación, a las que prometían unas expectativas de trabajo y mejora social, que en realidad escondían la prostitución como la única fórmula para pagar la deuda contraída con las mafias. Los mossos están practicando una veintena de registros, en las localidades de Barcelona, Terrassa, Sabadell, Hospitalet de Llobregat, Badalona y Mollet del Vallès, entre otras. En los pisos han encontrado una veintena de víctimas, a las que les ofrecerán protección y asistencia social y psicológica a través de ONG.

No se trata de la primera operación de la policía catalana contra miembros de los Supreme Eiye. La hermandad nigeriana, con una estructura militar, nació en la década de los 90, en el ámbito universitario, y paulatinamente mutó en una asociación criminal, según fuentes policiales. En noviembre de 2011, los mossos detuvieron a algunos de sus presuntos miembros. El caso llegó a la Audiencia la semana pasada, donde se sientan en el banquillo 10 personas acusadas de lo mismo: forzar y traficar con mujeres nigerianas para prostituirlas en Barcelona. Algunas de las víctimas llegaron a la capital catalana después de una penosa travesía por África, a pie, en coche y patera, hasta asentarse en Barcelona. El fiscal pide 22 años y medio de prisión para el principal acusado.

Algunas de las cinco testigos protegidas citadas para el juicio se encuentran ilocalizables. Fuentes de la causa lo atribuyen a las amenazas y presiones que las mujeres sufren durante este tipo de procesos, en los que se acaba levantando su condición de testigo protegido y se conoce su identidad. Además, la instrucción se alarga en el tiempo y cuando, años después, se celebra la vista las víctimas no quieren revivir el calvario que sufrieron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_