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Salvador Bayarri, ciencia y ficción

Físico y autor de la trilogía titulada `El juego de las esferas´

El físico y escritor Salvador Bayarri.
El físico y escritor Salvador Bayarri.

Salvador Bayarri (Valencia, 1967) podría pasar fácilmente inadvertido en cualquier sitio si nadie le pregunta nada. En el momento en el que le pregunten a qué se dedica puede contar que dirige una empresa que desarrolla programas de última generación de representación geográfica o que escribe libros de ciencia-ficción. Actualmente anda presentando la segunda parte de su trilogía, El juego de las esferas. Las circunstancias han hecho que él mismo se autoedite, como muchos de los nuevos escritores que están apareciendo en la actualidad, y que, como es esperable, la inmensa mayoría de sus ventas se produzcan en formato digital.

La primera novela, La ciudad de las esferas, escrita originalmente para su hijo, es un relato en la línea clásica de la ciencia-ficción. Es tal vez un poco inesperado porque Bayarri, doctor en Física, podría haberse decantado más por lo que se llama la línea dura de la ciencia-ficción: explicaciones interminables y muy concretas sobre cada uno de los detalles que pueblan la novela, pero no es la manera en la que Bayarri enfrenta el texto. “Prefiero dejar caer elementos sueltos de información que no agobien al lector”, explica. “El enfoque del primer volumen es prácticamente de literatura juvenil”, detalla Salvador, que en general, se preocupa más de una narrativa ágil y enfocada al contenido que a una forma especialmente recargada.

Referentes en ciencia ficción

Resulta imposible conversar con Salvador sin que aparezca la figura de Philip K.Dick, del que es un devoto seguidor. Tanto que durante sus años viviendo en California estuvo investigando para escribir el guion de una película sobre su vida que escribió originalmente en inglés (“El profeta americano”). Se entrevistó con algunas personas que habían conocido en persona al escritor que originó las historias que después se plasmarían en Blade Runner, Minority Report o Desafío Total. “Tengo deudas en mis ideas con Dick, pero también con Frank Herbert, Asimov, Heinlein y Stanislaw Lem”, cita rápidamente.

El interés por estos autores se plasma en resultados que comparte frecuentemente en las convenciones de ciencia-ficción como la Hispacón. “Estas conferencias me ayudan mucho y entiendo las preocupaciones filosóficas de los autores. Al final uno se da cuenta de que cada uno de estos escritores deja ver los problemas a los que se enfrentaban en su vida real”. La filosofía es otro de los aspectos a los que ha dedicado tiempo: también tuvo tiempo de licenciarse. “Me hubiese gustado ser físico teórico”, comenta Salvador, “pero requería una capacidad de abstracción enorme y era un campo terriblemente competitivo. Acabé en el campo de la electrónica informática, más concreto”.

Uno esperaría a alguien con un aspecto estrambótico, pero Bayarri es una persona tranquila que expresa de manera pausada, casi desapasionada, cada detalle de las actividades que desarrolla. Probablemente sería más esperable que su imaginación se dedicase exclusivamente a la “literatura de anticipación”, como también se llama a la ciencia-ficción según corrientes, pero no es el caso: dirige Mirage Technologies, una empresa dedicada a sistemas de visualización 3D y sistemas de información geográfica. De hecho, a ratos, cuando cuenta un poco que sus métodos de trabajo implican drones con láseres que escanean grandes áreas que después se pueden analizar con el ordenador uno no sabe si exactamente le están contando otra novela. “Se trata de un trabajo muy especializado”, explica Bayarri, “con gente que viene del Instituto de Robótica y del Instituto de Automática, sobre todo dedicados a sistemas de visualización 3D enfocadas a aplicaciones profesionales o industriales”.

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La oficina, dejando aparte lo que se ve en las pantallas, que a veces es código y otras son previsualizaciones de las aplicaciones, no tiene el aspecto de la tecnología que después venden: apenas algunas cajas de placas base, algo de hardware y seis personas más, además de Salvador, trabajando en la misma sala. “No tenemos gente dedicada a las ventas ni nada parecido”, explica, “ni una aplicación comercial directa para clientes. Básicamente desarrollamos tecnología para otras empresas”.

El futuro de la humanidad

En un momento dado resulta inevitable preguntarle a un escritor de ciencia-ficción sobre el futuro. Algunas pinceladas en el discurso de Bayarri tienen que ver con “Es probable que tengamos interfaces diferentes para acceder a la información porque actualmente, los soportes de información son cada vez más externos: antes eran libros, después ordenadores y actualmente Internet, que almacena muy lejos la información, y querremos permanecer integrados con ella”.

La exploración espacial tampoco será exactamente como hoy en día. “Existe una tendencia a que la tecnología más económica en recursos sea la que prevalezca” detalla. “Si en vez de adaptar un planeta tenemos que adaptar seres humanos para que vivan en ellos, porque requiere un esfuerzo significativamente menor, probablemente sea lo que suceda. Sería lógico pensar que habrá una diversificación de la raza humana”. Pero Bayarri no se muestra demasiado cómodo dibujando el futuro. “Hasta los años 60 se especulaba tranquilamente sobre cómo sería el futuro, pero Lem ya concretó que era todo una extrapolación sobre los que se conoce: en el s.XIX, por ejemplo, se pensaba en avanzadísimas máquinas de vapor y semejantes.

Y luego ha resultado ser todo completamente diferente. Socialmente hemos cambiado mucho en los últimos 20 años, así que no es lógico pensar que todo se mantendrá igual pero en el espacio”. Los cambios serán generalizados y probablemente sorprendentes. En todos los campos. En unas semanas Bayarri estará en Barcelona presentando su participación en un evento con una serie de obras de teatro representadas por robots.

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