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Barcelona reducirá el tráfico en la Meridiana y estudia cubrir la Ronda

El Ayuntamiento inicia en breve un proceso participativo para decidir el futuro de ambas vías

La avenida de Meridiana vista desde el Puente de Sarajevo.
La avenida de Meridiana vista desde el Puente de Sarajevo. massimiliano minocri

El Ayuntamiento de Barcelona ha sentenciado a dos de las vías rápidas que más incomodidades provocan a los vecinos de la capital catalana: la avenida de Meridiana y la Ronda de Dalt. La transformación que vivirán estas vías rápidas de la ciudad la decidirán los vecinos, a través de dos proyectos de participación (uno para cada vía) que empezarán en el plazo de un mes, según han explicado esta mañana la teniente de alcalde Janet Sanz y Daniel Mòdol, del PSC.

A pesar de que todo está por decidir, la opinión de los vecinos (al margen de los detalles) es más que conocida. Desde hace años reclaman que se cubra la Ronda de Dalt, para reducir el ruido de los vehículos y ganar más espacio público que permitiría una espectacular transformación en una zona gobernada hoy en días por los coches. La parte afectada de la ronda es la que cruza los barrios de Nou Barris, Horta-Guinardó, Gràcia y Sarrià-Sant Gervasi. Todas estas propuestas se estudiaran, junto con los informes técnicos, y se buscará algún tipo de solución.

En la avenida de Meridiana, la voluntad de los vecinos también es muy clara. A principios de septiembre, justo antes de que esta avenida se situara en el centro político de la presión independentista, las distintas asociaciones de vecinos pactaron un manifiesto. En él reclaman reducir el tráfico, priorizar el paso de los peatones, potenciar el transporte público y el uso de la bici, que tendría que bajar de la acera y circular por un carril segregado. También reclaman "encontrar una solución" al muro que hay en el último tramo de la Meridiana, justo a su paso por Sant Andreu.

Esta vía, “una de las últimas autopistas urbanas de la ciudad”, según Sanz, es actualmente una barrera entre barrios difícil de superar. Separa de manera radical, Sant Andreu de Nou Barris y divide algunos barrios por la mitad, como La Sagrera o el Clot. “Además, todos son barrios populares”, ha remarcado Sanz. Este es el proyecto urbanístico de mayor calado para el nuevo equipo de Gobierno, al margen de las obras pendientes que han heredado del anterior alcalde, como la plaza de las Glòries. Mòdol también ha puesto el acento en que “los ejes cívicos ayudarán, además, a reactivar la economía”.

El próximo 19 de noviembre se constituirá la Mesa de Participación de la Meridiana, que se encargará de recoger las opiniones de los vecinos afectados y seguir de cerca la transformación que tiene que abarcar desde el Pont de Sarajevo (en la Trinidad) hasta la plaza de les Glòries. El objetivo es que antes de que termine el actual mandato, ya se haya podido transformar algún tramo.

La Comisión de Seguimiento de la Ronda de Dalt, en cambio, se reunirá el 9 de diciembre.

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Estas medidas las pactaron BComú con el PSC, aunque los demás partidos las ven con buenos ojos, que son tan necesarias como populares… y carísimas. Según un estudio anterior que solo preveía el cubrimiento de la Ronda de Dalt a su paso por Horta-Guinardó y Nou Barris, el coste llegaba a los 400 millones de euros.

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