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Sopa de Cabra: “Somos unos clásicos en el otoño de la vida”

El grupo de rock rompe con 'Cercles' catorce años sin temas nuevos

Los componentes de Sopa de Cabra el pasado jueves, día que salió a la venta su nuevo disco.
Los componentes de Sopa de Cabra el pasado jueves, día que salió a la venta su nuevo disco.consuelo bautista

Se les nota satisfechos, no simulando estar satisfechos. Gerard Quintana (51 años) lo afirma sin ambages “sí, es cierto, estamos muy contentos con el disco”, mientras que Josep Thió (50 años), sin negar satisfacción precisa “yo me siento casi más descansado que otra cosa”. El jueves se publicó Cercles, el nuevo disco de uno de los grupos que pusieron banda sonora a los años noventa, y el disco no suena como antaño, ha pausado su sonido buscando un entorno más apacible para las diez canciones que lo componen. Se les ve tan pausados y reflexivos que cualquier tema puede abordarse “lo de nuestras desavenencias como motor de la separación de Sopa de Cabra tiene mucho de leyenda, de hecho, Gerard se llevaba peor con Josep, el batería, que conmigo”, afirma Thió. Ha pasado el tiempo y la banda vuelve para encontrar su lugar “probablemente nos corresponde un entorno como el Suite Festival en el que presentaremos el disco. Nos guste o no somos unos clásicos en el otoño de nuestra vida”, apunta de nuevo Thió. Por su parte, Gerard asiente recuperando la costumbre de hablar en pareja para presentar un nuevo proyecto.

Dígase de entrada que el disco no suena a los Sopa de Cabra de siempre, al tratarse de una obra de paso calmo, repleta de medios tiempos, con apenas canciones rítmicamente roqueras, algún aire irlandés y duraciones de cuatro minutos largos, “me encantaría hacer canciones de dos, pero no me salen”, afirma Thió. “Se puso a componer el verano pasado, al acabar la carrera de arquitectura que ha estudiado estos años, y cuando aún ni se había hablado de volver a grabar”, apunta Gerard. Thió continúa “es que me acabé enfadando con la música cuando mi carrera en solitario no prosperó y decidí hacer otra cosa. Tras la marcha de nuestros conciertos de celebración de los 25 años pensé que quizás nos volveríamos a encontrar cómodos juntos, y así ha sido”. ¿Y si las carreras de ambos, o de uno de ellos, hubiese prosperado habría habido reunión?: “pues igual no estábamos aquí”, zanja Thió con sinceridad antes de apuntar “este es un oficio que te gusta y por el que te pagan. Si lo haces con honestidad, entrega y trabajo, ¿qué mal hay?”.

El tono pausado del disco provoca que Thió ría al decir “hombre, si lo hubiese escuchado con 27 años hubiese pensado en carrozas que lo hacen bien”, mientras que Quintana, siempre humanista, afirma “yo hubiese pensado en personas felices”. El disco no sólo es tranquilo, sino de formas clásicas, incluso conservadoras “es que no tenemos herramientas en Sopa para hacer arreglos arriesgados y además de clásicos no somos virtuosos para afrontar otro tipo de arreglos”. Por su parte, Quintana, de nuevo letrista en el grupo, reivindica una nueva manera de enfocar la mirada social “el mundo está controlado por poderes globales que hacen estériles movimientos de un sólo país. Lo de las barricadas ya pasó, la lucha es ahora individual, lo explico en la primera canción. Lanzar proclamas y aspirar al liderato se ha demostrado muy frágil. Mira lo que pasa en España, mira cómo todo lo nuevo se acaba engullendo. El mismo Jordi Pujol me llamó cuando el 15M para que intermediara y le presentase a los líderes para así neutralizarlos. El disco refleja nuestro estado de ánimo con relación a lo que vemos en la sociedad. Creo que dar salida a las emociones es, si se me permite, revolucionario. Veo con simpatía mis proclamas de antaño en los conciertos”. Ciertamente, Cercles tiene algo de clasicismo crepuscular “tenemos 50 años”, resume Quintana.

La cuestión es que Sopa ha vuelto “porque hay nuevas canciones”. Sus conciertos no menudearán “haremos menos de cinco presentaciones y una gira de menos de 20 actuaciones”; asumen los riesgos “es cierto que podemos manchar el nombre de la banda, pero es un riesgo que hemos de asumir con la evidencia de que muchos artistas inician el descenso de inspiración sin darse cuenta” y priorizan los sentimientos “lo que buscábamos es pelos de punta, emociones”. Eso sí, alguna de las emociones despertadas han sido chocantes “Josep nos dijo que al escuchar la canción de aire irlandés se le cayeron los huevos al suelo”, afirman los líderes del grupo entre risas. Han vuelto, pero en cierto modo no son los mismos.

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