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“Hay un objeto espacial en mi corral”

Los expertos piensan que es el depósito de combustible de una nave Fabricado con una aleación metálica recubierta de un material muy resistente al fuego

Personal del Centro de referencia de FP Química, en Cartagena, trasladan el objeto.Foto: atlas | Vídeo: JOAQUÍN DE HARO / ATLAS

Juan está abrumado por el revuelo. “Podéis sacar el rebaño, pero yo no quiero líos”, dice al fotógrafo. Es uno de los dos hermanos que el martes pasado encontraron, en medio de un sembrado del paraje conocido como Llanos del Cagitán, cerca de Calasparra pero en término municipal de Mula, un objeto negro y circular de unos dos metros de diámetro que no encajaba con el paisaje. “Eso tuvo que caer a partir del domingo, porque antes lo habríamos visto”, asegura Juan a El País. El corral donde guarda su ganado está muy cerca, así que el terreno no tiene secretos para él. No había huellas de vehículos, de modo que los pastores dedujeron que aquello había caído del cielo.

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Después de tocarlo, sacar fotos e incluso un vídeo, Juan y Francisco Espín avisaron a un grupo de militares que acampaba en las cercanías. “Llevaban varios días de maniobras, así que se lo dijimos a ellos”, cuenta Juan, “fueron ellos quienes avisaron a la Guardia Civil”. Vecinos de la zona aseguran que resulta frecuente que soldados del cuartel de Alcantarilla realicen maniobras por allí, incluyendo saltos nocturnos de la Brigada Paracaidista.

Pocas horas después, una unidad Cedex desplazada desde Murcia, expertos en desactivación de explosivos, acudió al lugar equipada para la eventualidad de encontrarse un objeto peligroso. Descartada la existencia de cualquier componente explosivo y acordonada la zona durante la noche, desde la Comandancia de Murcia se desplazaron al día siguiente varios miembros de la Unidad Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química (NRBQ) de la Guardia Civil, al mando de su jefe, el alférez José Antonio Alegría. Se trataba de evaluar si el artefacto desprendía algún tipo de radiación, “lo cual no hubiera sido buena noticia para los muchachos que lo encontraron”, afirma el alférez.

"Es un regalo caído del cielo"

E.Bolland

“Esto es un regalo caído del cielo para nosotros”, afirma el director del Centro de Referencia de Formación Profesional Química, Juan Antonio Madrid, “porque nuestros alumnos trabajan precisamente para conocer los defectos de los materiales”. El reto ahora es “saber qué ha fallado para que este aparato haya caído del espacio”.“Nunca tendríamos dinero para comprar un objeto como éste, caído del espacio, y contamos con medios para evaluar lo que ha sucedido”. No en vano, el Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena recurre al Centro para investigar objetos singulares hallados en pecios tan importantes como el de Las Mercedes.

Por fortuna, las mediciones descartaron cualquier riesgo y los agentes procedieron a trasladar el aparato hasta el Centro de Referencia Nacional de Formación Profesional Química sito en Cartagena, uno de cuyos técnicos había participado en las mediciones sobre el terreno. Se trata de José Angosto, que ya con total tranquilidad manipula el objeto caído del espacio y le aproxima el contador Geiger para demostrar su inocuidad.

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Aunque no pueden garantizarlo al cien por cien, tanto la Guardia Civil como los técnicos del Centro de Referencia de FP Química consideran como la más plausible la hipótesis de que el artefacto sea un depósito de combustible desprendido de una nave o una estación espacial. “Hace un par de años se encontraron piezas similares en lugares tan dispares como Australia y Brasil”, afirman los investigadores.

“Está fabricado con alguna aleación metálica recubierta de un composite muy resistente al fuego”, explica Juan Antonio Madrid, director del Centro de Referencia, “pesa unos doce kilos y está hueco porque debe ser un depósito presurizado de combustible”. Como es su obligación, el Centro espera instrucciones de las instituciones públicas pertinentes para dar destino al artefacto, aunque no oculta que le gustaría estudiarlo a fondo.

En el sembrado del Cagitán, apenas un cráter de diez centímetros y medio metro de circunferencia y las huellas de los vehículos que han transitado la zona en los últimos días, restan como testigo de que un bólido oscuro cayó del cielo.

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