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Declan Donnellan propone un cuento moral inglés a ritmo de vals ruso

‘Mesure for mesure' se representa en Vitoria justo antes de llegar a Temporada Alta

Una escena de 'Mesure for mesure', que llega la semana próxima al festival Temporada Alta.
Una escena de 'Mesure for mesure', que llega la semana próxima al festival Temporada Alta.

Esta noche en el Teatro Principal Antzoika de Vitoria el anuncio de sala que avisa del comienzo de la función es en tres idiomas: castellano, euskera y ruso. El inglés esta vez no toca aunque el espectáculo esté firmado por Cheek by Jowl, la compañía creada por Declan Donnellan y Nick Ormerod. Hay rusos en el teatro, unos cuantos repartidos por la platea y todos los que han salido al escenario para defender el Mesure for mesurede Shakespeare. El montaje —estrenado en 2013 en el Teatro Pushkin de Moscú— es una revisión a fondo de la producción inglesa que en 1994 también dirigió Donnellan y una de las estrellas de la programación del Temporada Alta de Girona, donde podrá verse el miércoles y jueves.

El mensaje de fondo sigue siendo el mismo: el control que el poder intenta ejercer sobre la comunidad a través del monopolio de la moral, mientras él mismo trasgrede —impunemente, eso cree al menos— sus propios preceptos morales. Ha cambiado el acento, que ha pasado de la represión sexual a una parábola sobre el aprendizaje del gobernante. El duque reformateado en Harún al-Rashid, ocultando su identidad bajo un hábito monacal. Una pequeña decepción para los que esperaban de Donnellan una dura metáfora sobre la Rusia de Putín. Con un poco de esfuerzo se podría ver en el funcionarial Angelo un émulo del presidente y ex alto dirigente de la KGB. El parecido físico del actor Andrei Kuzichev ayuda a adentrarse en esta imagen. Pero ahí está el texto de Shakespeare y las confesadas intenciones del director para limitar la propuesta a la estricta actualidad socio-política.

Este montaje desecha la brutalidad directa y sucia que tenía la primera versión de los años noventa. Ahora el conjunto, incluida la violencia, se muestra como un retablo de breves escenas que se suceden con un ritmo casi musical. Una puesta en escena que juega con las transiciones para dibujar el drama de los hermanos Claudio e Isabela como un cuadro de arena que con un solo gesto se transforma en otro paisaje dramático. Un cuento sobre la moralidad con moraleja que alcanza su máxima triste expresión cuando valsea. Como si lo hubiera escrito Arthur Schnitzler.

Una compañía transnacional

J. C. O.

Cheek by Jowl es una compañía transnacional. Desde 2007 es francesa y desde finales de los años noventa rusa. Una década antes nace en su versión original británica. Aunque vinculados al teatro de la palabra -la escrita por los maestros de la literatura dramática-, Declan Donnellan y Nick Ormerod no se consideran esclavos de la prosa o el verso.

Su experiencia moscovita, primero con el Teatro Maly y ahora con el Pushkin, les ha enseñado a relativizar la importancia de entender una obra solamente a través del texto. En una entrevista a un diario británico en ocasión del estreno en Londres del montaje ruso de Mesure for mesure, Donnellan comparaba la relación del público con una obra interpretada en otro idioma que no domina con la contemplación de un óleo de Caravaggio: el mensaje está compuesto mitad y mitad por lo que enseña bajo una brillante luz y por lo que oculta en la oscuridad de las sombras. "Cuando no estás confundido por el resplandor único de la palabra -decía- eres capaz de ver algo más".

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