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El Meeting Point presenta una oleada de nuevas promociones en Barcelona

Las promotoras confirman la confianza en la recuperación con nuevos proyectos

Una pareja muestra promociones inmobiliarias expuestas en el salón.
Una pareja muestra promociones inmobiliarias expuestas en el salón.JUAN BARBOSA

Optimismo moderado en una nueva edición del salón inmobiliario Barcelona Meeting Point, que volvió ayer a abrir puertas. Las principales promotoras catalanas mostraron su confianza en la recuperación con una nueva oleada de promociones en Barcelona y su área metropolitana, aunque admitiendo que han reajustado precios y el tamaño de sus promociones. Al lado convivían con las divisiones inmobiliarias de los bancos, que siguen obsesionadas con sacarse de encima los inmuebles que han tenido que quedarse de impagos. La supuesta recuperación del sector chocaba con una imagen de las puertas de Fira de Barcelona: más de un centenar de miembros de la PAH protestando. Una exmiembro ilustre, la alcaldesa Ada Colau, evitó participar en la inauguración.

Un potencial cliente preguntaba ayer por la mañana a una comercial en el inmenso stand de Servihabitat mientras señalaba los carteles con los pisos en venta: “¿Sólo tenéis esto?” A la trabajadora le faltó tiempo para responder con una sonrisa que no escondía sorpresa. “¡No!” Frente a Servihabitat, en el corazón de la única calle que cruza el Meeting Point, estaba Anida, de BBVA. Y a unos metros, Altamira (de Banco Santander) y Solvia (Banco Sabadell). Ninguna de ellas ha querido ahorrarse dinero en espacio de exposición. En cambio, solo Santander y KutxaBank se presentan estos días en el salón con oferta directa vinculada a su negocio principal: la concesión de créditos.

Pero mientras que los bancos intentarán en los próximos días librarse de la mayor parte de la vivienda que se tuvieron que adjudicar de forma forzosa con la crisis, otras inmobiliarias presentan en el salón nuevas promociones, sobre todo en Barcelona. Una de ellas es Corp. De las nueve promociones que estrena este año, seis son en Barcelona. “El avión ha empezado a correr por la pista pero no ha despegado todavía”, explicaba Fernando Cirera, su consejero delegado, como metáfora de la situación en la que se encuentra el sector. Explicaba que la compañía vende vivienda que, de promedio se sitúa entre los 180.000 y los 270.000 euros en Barcelona, demostración de cómo se han resituado los precios tras más de un lustro de caídas.

Otra promotora que saca pecho este año es La Llave de Oro, con siete nuevas promociones. y enfrente otro clásico: Núñez y Navarro, que presenta once nuevas promociones en Barcelona. Junto a ellas, una desconocida: Neinor Homes, que se basa en el suelo adquirido a KutxaBank. Catorce fotografías aéreas de sus solares destacan en stand. Y un comercial explicaba que prevén empezar a comercializar a finales de este año. En las promotoras admiten que la mayor parte de sus clientes serán locales, aunque otros aseguraban que habrá extranjeros, como el de La Llave de Oro.

En el interior del BMP se podían escuchar los gritos de los miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), postrados a la entrada del salón. Fuera del salón, el concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Maria Montaner, presentó ayer el listado de los 55 solares de titularidad municipal en los que el Consistorio levantará de forma inmediata 3.080 pisos sociales de alquiler. La construcción de pisos de alquiler es una de las patas de la estrategia de vivienda del nuevo gobierno, que asegura que tiene piezas para hacer 4.921 en cuatro años. Una cifra abultada, a razón de mil al año, pero que Montaner recuerda que es factible, porque en épocas anteriores Barcelona llegó a construir 1.500 anuales.

De los 55 solares, 29, que suman 1.605 pisos, ya han sido asignados al Patronato Municipal de la Vivienda y de los cuales nueve están en obras, 11 a punto y cinco en fase de redaccioón de proyecto. Los otros 26 (1.475 pisos) son solares "disponibles donde las trabas son minimas". Hasta el total de 85 solares previstos para los cuatro años de mandato, los 30 restantes tienen gestiones pendientes.

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