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Wanda reformará el edificio España sin tirar la fachada

El grupo chino "reafirma" su compromiso y negocia con Ayuntamiento y Comunidad cómo hacer la obra con seguridad y respeto al patrimonio

El grupo chino Wanda ha “reafirmado” esta mañana “ante la ciudadanía de Madrid” su intención de rehabilitar el edificio España, del que es propietario, pese a la prohibición por parte de la Comisión Local de Patrimonio (controlada por el Gobierno regional, del Partido Popular) y del Ayuntamiento de la capital (Ahora Madrid) de su petición para derribar durante la obra las fachadas, protegidas por su valor histórico. “La intención de Wanda sigue siendo recuperar la actividad de este emblemático edificio para que vuelva a ser parte de la vida de la ciudad y un referente del paisaje urbano de Madrid, y que, a la vez, contribuya a revitalizar el área en la que se encuentra”, ha señalado el grupo.

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Wanda ha afirmado que “está dispuesta a mantener, como hasta ahora, un diálogo abierto y transparente a todos los niveles, poniendo siempre la seguridad y la legalidad por encima de todo”. “En este sentido, se está participando en un grupo de trabajo conjunto, integrado por técnicos de Wanda, del Ayuntamiento y de la Dirección regional de Patrimonio Cultural, con el fin de ahondar en las vías de desarrollo del proyecto del edificio, de manera que se garantice la continuidad del proyecto y la seguridad”, ha añadido la empresa.

La Comisión Local de Patrimonio Histórico rechazó hace dos semanas la petición de Wanda de derribar el edificio España y reconstruirlo "con los mismos materiales, formas y dimensiones". La comisión consideró que el grupo chino no había acreditado que sea imposible mantener las fachadas protegidas durante el proceso de rehabilitación, y obligó así a conservarlas intactas.

El edificio España, de 117 metros de altura y 28 plantas, se construyó en 1953 a las órdenes de Julián y José María Otamendi. Wanda lo compró en julio de 2014 por 265 millones de euros para convertirlo en hotel y centro comercial de lujo. El inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo. Pero la Comisión Local de Patrimonio accedió a rebajar su blindaje para favorecer "la puesta en valor de un edificio muy degradado debido a su inactividad". Obligó, eso sí, a preservar "las partes que revisten importancia desde el punto de vista arquitectónico y escultórico", señalando en concreto las fachadas y los alzados laterales.

En julio, Wanda envió al Ayuntamiento una consulta especial urbanística solicitando permiso para tirar abajo el edificio, fachadas incluidas, y rehacerlo entero. Según Wanda, "la consolidación de la fachada es inviable en condiciones de seguridad", pero "sí es posible su desmontaje y posterior reconstrucción, preservando su imagen y valor paisajístico". El concejal de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo, rechazó la petición, y semanas después hizo lo propio la Comisión Local de Patrimonio. Ésta consideró "no viable" la petición "al no haber quedado acreditada la imposibilidad técnica de las obras permitidas, siendo posible la rehabilitación y puesta en valor de los elementos catalogados".

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