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La crisis de pensamiento actual inspira a Xingjian, un nobel polifacético

El escritor chino inaugura en la Sala Kubo Kutxa una exposición con 24 cuadros en 'Llamada a un Renacimiento'

El nobel de Literatura Gao Xingjian observa la exposición de sus cuadros en la Sala Kubo del Kursaal.
El nobel de Literatura Gao Xingjian observa la exposición de sus cuadros en la Sala Kubo del Kursaal.JAVIER HERNÁNDEZ

El mundo actual está inmerso en "una crisis de pensamiento" y lo peor es que no hay debate social al respecto, algo que Gao Xingjian intenta remediar a través de su creación artística, que es diferente, impactante y llena del simbolismo de sus reflexiones interiores.

Que la sociedad actual está en crisis -económica, medioambiental, social- no lo ha dicho cualquiera, sino un premio nobel de literatura, el primer escritor chino que lo consiguió, en el año 2000, y que ha hablado hoy con los medios informativos en San Sebastián con motivo de la inauguración, esta tarde en la Sala Kubo Kutxa, de su exposición "Llamada a un Renacimiento".

En ella, Xingjian exhibe 24 cuadros de su colección particular, todos ellos tintas sobre telas, de gran y mediano formato, y 42 fotografías jamás expuestas al público y que el polifacético artista chino ha decidido desvelar, por primera vez, en la que será Capital Europea de la Cultura el próximo año.

La muestra se completa con proyecciones cinematográficas, de dos de sus "películas poema" y de las representaciones de sus óperas, lo que permitirá a los visitantes descubrir el carácter integral de la obra de este artista.

Xingjian es conocido sobre todo por su talento literario y por publicaciones como "La montaña del alma" (1990) y no tanto por su faceta de pintor, aunque sus trabajos son valorados por la crítica internacional desde hace tres décadas, y nada por sus películas, sus obras teatrales y de ópera o sus fotos.

Gao Xingjian ha reeditado hoy, con absoluta amabilidad, el debate que habitualmente surge a la hora de definir su obra, sobre si es más figurativa que abstracta o viceversa.

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Tras aclarar que parte de "una actitud de admiración" hacia la "riqueza patrimonial" que ha dado la historia del arte en cuanto a figuración y abstracción, él prefiere "ir más allá de las clasificaciones" y "explorar el gran campo" que hay entre ambas pinturas.

A la hora de crear prefiere centrarse en "la visión" y "la imagen", muchas veces oníricas y siempre "interiores", que "cambian constantemente" y resultan difíciles de expresar, de encontrar un color que las plasme o unas palabras que las definan.

De ahí que haya encontrado en el blanco y el negro, y su "infinita gama de grises", que le proporciona la tradicional tinta china de su cultura natal, el vehículo para "explorar y encontrar una expresión a esas imágenes".

Interpelado por un cierto pesimismo que evocan sus obras, de pintura o de fotografía, con títulos como "El Apocalipsis", "La ciudad muerta" y "El fin del mundo", o el de su último largometraje "El duelo de la belleza", Xingjian reconoce que, ciertamente, no ofrecen "una visión demasiado alegre" del mundo.

"Son una reflexión sobre nuestra época, nuestra sociedad", ha señalado. "Estamos en una crisis que no es sólo económica, es una crisis de pensamiento", y uno se pregunta, "¿cuál es el futuro de nuestro planeta?".

Pese a estos interrogantes que, a su juicio, están presentes en muchas de las tragedias que se suceden en la actualidad y pese a "los problemas" a los que se enfrenta "nuestra sociedad", "no existe un verdadero debate, un debate sobre la razón de esta situación".

"Quiero afrontar esa realidad, aportar mi reflexión", ha explicado Xingjian, quien ha proclamado que sus obras intentan "suscitar ese debate, profundo, acerca de todas esas dificultades existenciales y humanas de la actualidad".

A la hora de describir sus fotos, lo primero que aclara es que no es fotógrafo, aunque le apasiona desde niño la captación de imágenes. Toma "millones de fotos por todo el mundo" y algunas le sirven de fondo en la proyección de su películas, en las que los actores o bailarines son dirigidos por él como en una representación poética, onírica.

Las 42 fotografías que expone, por primera vez en la capital donostiarra, son por tanto fruto de su creación vinculada al cine, pues son fotogramas "muy elegidos" de los rodajes y llevan aparejado un importante "trabajo de puesta en escena".

El resultado de la obra fotográfica inédita de este artista chino exiliado y nacionalizado en Francia, donde vive desde que en 1987 fue prohibida su obra, son unas imágenes sobrecogedoras, casi en tres dimensiones, novedosas estéticamente y sorprendentes.

La muestra "Llamada a un Renacimiento", comisariada por la editora Miriam Tey y la galerista Chus Roig, permanecerá hasta el próximo 3 de enero en la Sala Kubo de San Sebastián, "una ciudad fascinante" que Gao Xingjian descubrió ayer mismo y le sedujo de inmediato.

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