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Los daños a BiciMAD acaban en más de cien juicios y varias penas de cárcel

Las sentencias implican penas de cárcel y sanciones económicas de hasta 1.000 euros

Un trabajador de BiciMad repone una bicicleta en mal estado.
Un trabajador de BiciMad repone una bicicleta en mal estado.Jaime Villanueva

Los ataques a las bicicletas públicas del servicio BiciMAD han llegado a los tribunales: “Ya hemos asistido a más de un centenar de juicios”, cuentan desde Bonopark, empresa adjudicataria y acusación particular en estas causas. De esas vistas han salido una veintena de sentencias firmes. Varias de ellas implican penas de cárcel, de entre cuatro y seis meses por hurto o robo, mientras que otras castigan a los infractores con sanciones económicas de hasta 1.000 euros. Desde la puesta en marcha de BiciMAD, más de un millar de bicicletas han sido robadas o inutilizadas y 1.625 estaciones, atacadas.

Algunas aparecieron en una página de venta de segunda mano en Rumanía; otras tiradas en un parque, flotando en el Manzanares o literalmente quemadas. Desde su puesta en marcha, en junio de 2014, 1.006 bicicletas del servicio han sido robadas o destrozadas hasta su completa inutilización. Además, en este tiempo se han producido más de 4.500 reparaciones por daños en sillines, ruedas o estaciones. Son datos de Bonopark, empresa adjudicataria del servicio público, que ha llevado esos ataques a los tribunales.

Nota media: 6,92, rozando el notable

En julio, 1.434 personas fueron cuestionadas sobre su experiencia con BiciMAD.

6,92 sobre 10 fue la nota media que dieron al servicio.

Casi el 60% de los usuarios usaría transporte público si no tuvieran la bici (45% metro; 15% bus). Un 15%, vehículo privado y otro tanto iría a pie.

Tres de cada cuatro dijo haber sufrido alguna incidencia con las bicis públicas.

“Hemos asistido a más de un centenar de juicios. Algunos de instrucción en Plaza Castilla y otros ya por lo penal”, cuentan desde la adjudicataria, que tiene más de una veintena de sentencias firmes. Algunas de ellas castigan con penas de cárcel, de entre cuatro y seis meses, a los acusados de hurto. Otras, con sanciones económicas que oscilan entre los 300 y los 1.000 euros, en función del delito cometido.

En junio de 2014, Madrid anunció que por fin ponía en marcha su sistema de bicicleta pública. La entonces alcaldesa, Ana Botella, inauguró BiciMAD con un paseo por la capital. Tras unos inicios complejos (el sistema informático se saturó, no se emitían tarjetas…), las bicis públicas circularon por las calles madrileñas.

Con algún que otro incidente, el sistema iba sobre ruedas: el pasado mes de julio se amplió el número de bicis hasta los 2.018 velocípedos, y de estaciones hasta las 165. Pero un mes antes había comenzado el verano horribilis de la bici pública.

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En lo que va de año, especialmente a partir de junio, se han registrado más de 1.625 actos de vandalismo sobre las estaciones, entre los que destaca especialmente el número de anclajes dañados que han debido ser repuestos debido a la violencia ejercida en el robo o intento de robo de la bicicleta”, explican desde Bonopark. Ataques especialmente graves porque inhabilitan el sistema por completo.

Durante el pasado verano, el vandalismo sobre las bicicletas públicas se cuadruplicó. “Es un poco el efecto joven aburrido”, dice Iván Villarrubia, arquitecto y uno de los autores del blog de referencia En bici por Madrid. “Chavales de vacaciones que quieren darse una vuelta en bici”, aclara.

Una bicicleta de Bicimad abandonada en el parque de la Cornisa del barrio La Latina.
Una bicicleta de Bicimad abandonada en el parque de la Cornisa del barrio La Latina.Cristóbal Manuel

Destructivos y utilitaristas

Los ataques a las bicicletas públicas se diferencian entre los destructivos, que buscan estropear el sistema —por ejemplo, cuando todos los sillines de las bicicletas de una estación aparecieron rajados—, y los utilitaristas: usar BiciMAD sin pagar. “Hubo un crecimiento exponencial de estas actitudes, pero tras el verano, y la vuelta a los centros de estudio, se ha relajado”, añade Villarrubia.

También ha habido una mayor atención policial a las bicicletas. Ante los problemas estivales, el Ayuntamiento organizó una reunión de urgencia con diversos colectivos ciclistas. Bonopark también se citó con la policía y cayeron las primeras sentencias. Uno de los fallos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dice: “Los agentes pidieron documentación al conductor de la bicicleta y comprobaron que estaba haciendo un uso ilegítimo del sistema”.

En esa sentencia se condenó a un joven al pago de casi 500 euros por el uso indebido. Ya se han celebrado un centenar de juicios por hurtos, robos o ataques a las bicicletas públicas. Algunos con penas de cárcel; otros, zanjados con una multa. “La incidencia del vandalismo en Madrid se disparó”, reconocen desde Bonopark. “Los juicios, y las condenas, son un paso para controlar los ataques”, celebran desde la adjudicataria.

La mayoría de viajes en bici pública son por ocio

Los usuarios, más de 60.000 a finales de septiembre, y los usos (más de 372.600 viajes el mes pasado y una media de 12.423 usos al día) evidencian que Madrid tenía ganas de bici. "La acogida de la bicicleta pública ha sido muy buena en la capital", cuenta Iván Villarrubia, de En bici por Madrid. Pero así como los madrileños han abrazado los pedales, han sufrido con BiciMAD: estaciones inoperativas, escasez de bicicletas o vehículos fuera de servicio. La adjudicataria, Bonopark, acordó con el Ayuntamiento poner un millar de bicicletas más en servicio en septiembre para paliar los problemas que se estaban viviendo durante el verano. "Pero hay que solucionar los problemas con los anclajes y gestionar la demanda", avisa Villarrubia.

A pesar de los inconvenientes, los bicicleteros de BiciMAD valoran con una nota de 6,92 al sistema. Es uno de los resultados obtenidos del Estudio de satisfacción de los ciudadanos con el servicio de BiciMAD, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Aunque la encuesta, con una muestra de más de 1.400 personas, fue realizada en julio (en plena crisis del sistema por el vandalismo), el Ayuntamiento no ha publicado sus resultados.

Aunque un 75% de los cuestionados reconoció haber sufrido algún tipo de incidencia con el servicio, aprueban todas las cuestiones relacionadas con el mismo. Seis de cada diez dice utilizar la bici varias veces a la semana, principalmente para desplazamientos relacionados con el ocio (49,9%) seguido por los trayectos laborales (11,7%); un 35,9% de los encuestados lo usa tanto para disfrute como para ir a trabajar.

Un tercio opina que el servicio ha mejorado desde sus inicios; otro tercio que está igual y otro 30% que ha empeorado. Ello no quita para que casi ocho de cada diez recomienden el sistema a sus amigos y conocidos.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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