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Can Batlló acogerá un centro educativo autogestionado

La escuela Arcàdia prevé abrir en 2018 y propone una eduación alternativa dirigida a estudiantes de tres a 16 años

Jana, de 9 meses, será una de las primeras alumnas de la escuela Arcàdia. Junto a ella, Tolkin, Marta, Noemí y Joan
Jana, de 9 meses, será una de las primeras alumnas de la escuela Arcàdia. Junto a ella, Tolkin, Marta, Noemí y JoanMassimiliano Minocri

Jana, de 9 meses, gatea por el suelo de la biblioteca popular de Can Batlló, autogestionada por los vecinos de la Bordeta. Sigue con sus grandes ojos cualquier atisbo de movimiento, pero todavía no sabe que será una de las primeras alumnas de la escuela Arcàdia, que espera ser un referente de la educación alternativa y abrir sus puertas en el 2018. Todavía en fase de construcción, el proyecto— impulsado por seis profesionales de la educación— se ubicará en Can Batlló, la antigua fábrica textil abandonada que ocupa un 25% de la superficie del barrio de la Bordeta. En el interior del recinto, más de 14 hectáreas de superficie cerradas a cal y canto acumulan polvo desde que cesara la actividad de la fábrica. Hace cuatro años los vecinos de la Bordeta consiguieron hacerse con parte de este espacio y equiparlo con un auditorio, una biblioteca, un rocódromo y una carpintería. El espacio está abierto a todo el que quiera desifrutarlo y se financia de forma autogestionada.

En esa misma línea, Noemí Valero (38 años) y Joan Bardella (42), ambos educadores profesionales, decidieron ir más allá y coordinar el proyecto Arcàdia. El nombre, que hace referencia a la nueva arcadia griega y al retorno de una sociedad idílica, es en homenaje a una de sus compañeras, que impulsó un proyecto similar pero falleció antes de llevarlo a cabo. "Quizás nuestra Arcadia no sea tan romántica como la griega y tenga más pañales y menos utopías, pero será un lugar donde no existan las etiquetas", explica Joan. El centro acogerá a estudiantes de entre 3 y 16 años, pero las primeras matrículas serán, en 2018, para los más pequeños (3 a 5 años).

Son varias las familias que se han apuntado ya a la lista de espera. Entre ellas, la de Marta, la madre de Jana. "El sistema de educación actual tiene muchos fallos. No quiero que a mi hija la etiqueten por ser buena o mala estudiante", argumenta Marta. "Cuando un niño descubre algo por sí mismo es una experiencia que no se olvida y no quiero que mi hija la pierda nunca". El proyecto educativo de la Arcàdia permite que sean los niños los que descubran y aprendan por sí mismos. "Cuestionándose las cosas y desarrollándose como personas autónomas".

El proyecto de la Arcàdia, que se constituirá como cooperativa, se financiará de forma autogestionada. Sus fundadores aportan el coste de la obra, que en sus dos fases finales hasta 2028 ascenderá a unos 2.300.000 de euros. "Proviene de ahorros y de aportaciones de familias que creen en nuestro proyecto. También lo financiaremos con créditos con la banca ética", explica Noemí. El coste de la matrícula será variable y no excluyente, además de accesible a todas las clases. "Hemos elegido Sants y no Pedralbes porque queremos que haya mezcla de perfiles y clases, así que invitaremos a las familias con más recursos a ayudar a las que tengan menos y los profesores nos hemos comprometido a retornar una parte del sueldo en forma de becas durante los primeros años", agrega.

Pero la Arcàdia no se define solo por su modelo de financiación, sino por el tipo de proyecto educativo que defiende. "La mano, la cabeza y el corazón se educan a la vez", avanza Joan. "No creemos en un sistema autoritario educativo, sino en que sean los propios estudiantes los que desarrollen sus inquietudes", agrega Joan.

Este proyecto persigue que los alumnos no tengan miedo a arriesgarse ni a fallar y puedan formarse con una imagen real de ellos mismos como aprendices, para así crecer como personas maduras, críticas autónomas y libres. Una autonomía que está muy ligada al modelo de autogestión. Los seis educadores que están detrás de este proyecto defienden que la escuela debe ser un espacio libre de etiquetas y de exámenes y castigos, para pasar a ser un lugar de motivación. "El conocimiento lo adquieres cuando descubres algo por tí mismo, no cuando te obligan. Ese es uno de los pilares de eduación que defendemos", explica Noemí. "Por supuesto que evaluaremos a los alumnos, pero no de la manera tradicional. nos reuniremos para hablar caso a caso de la situación de cada uno de nuestros estudiantes", concluye Noemí.

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De momento, el proyecto cuenta con la aprobación del Consorcio de Educación de Barcelona, que ha validado su propuesta educativa y ya la ha remitido al consistorio para que reciba el siguiente visto bueno. En materia urbanística, están pendientes de la aprobación del PGM (Plan General metropolitano) para firmar el preacuerdo de cesión del suelo y poder empezar así las obras. El gobierno de Xavier Trias avaló la propuesta en la pasada candidatura. Ahora solo queda que la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la mantenga.

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