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Carmena lanza a la Policía Municipal a regular el tráfico en horas punta

Esta medida se desarrollará en horario de mañana y tarde y supondrá que solo se destinarán tres coches patrulla por distrito para atender las llamadas de los ciudadanos

Foto: atlas | Vídeo: Atlas
F. Javier Barroso

El enorme atasco que se vivió el pasado lunes 5 de octubre tiene ya sus primeras consecuencias. A partir de ahora, los policías municipales destinados a los distritos tendrán que regular el tráfico en aquellas zonas en las que se registren retenciones en horas punta. Así lo ha decretado el inspector jefe del cuerpo, Francisco Caletrio, en una orden interna urgente que tiene que ponerse en marcha de manera inmediata. Esta medida se desarrollará en horario de mañana y tarde y supondrá que solo se destinarán tres coches patrulla por distrito para atender las llamadas de los ciudadanos y las incidencias que surjan.

Madrid vivió el pasado lunes uno de los peores atascos de los últimos años, motivado por varios factores. Entre ellos destaca la lluvia, lo que convirtió en más resbaladizo el terreno con los consiguientes alcances entre conductores. A las siete de la mañana se produjo un primer accidente en el nudo de Manoteras, cerca de la entrada del paseo de la Castellana, al que siguieron otros 15, sobre todo en el arco noreste de la M-30. Todo esto colapsó la ciudad durante unas cuatro horas, en las que los conductores vieron desesperados como no se veían durante mucho tiempo.

Otro factor que ayudó al caos circulatorio fue que, cuando los 140 agentes de Movilidad que estaba de servicio llegaron a sus distintos puntos de control, el atasco ya estaba montado y no tuvieron ayuda por parte de la Policía Municipal, pese a que también está presente en la sala de control de la movilidad. Esta recibe en tiempo real las imágenes de la situación del tráfico.

Movilidad, un cuerpo con el 50% de plantilla

Los agentes de Movilidad, creados por Alberto Ruiz-Gallardón para la presencia de policías en la calle, nació con 1.300 agentes, de los que ya solo quedan 670. En sus 12 años de existencia, se han convocado tres oposiciones y no se han repuesto las bajas. En su mayoría se marchan tras conseguir una plaza de policía o guardia civil.

Los mandos policiales siempre han reclamado que estén a sus órdenes, ya que son auxiliares en materia de regulación de tráfico. Eso les permitiría una mayor coordinación y evitar que se produzcan disfunciones y descoordinación como la del pasado lunes. Ahora dependen del Área de Medio Ambiente y Movilidad.

Los problemas se prolongaron hasta las once de la mañana, cuando el tráfico empezó a recuperar la normalidad.

Lo que demostró el atasco fue la falta de coordinación existente entre los agentes de Movilidad y la Policía Municipal. Para atajarla, el inspector jefe dictó dos días después del problema, el miércoles 7 de octubre, una orden interna que distribuyó de manera urgente entre el departamento de Tráfico y Seguridad Vial y las unidades integrales de distrito (UID, las comisarías del cuerpo).

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La orden, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, ordena un nivel de ejecución “alto”. Esto supone que se tiene que ejecutarse en cuanto se reciba. Por tanto, a los madrileños no debe sorprenderles ver en los próximos días a los policías municipales apostados en los cruces más problemáticos de los 21 distritos de la capital regulando el tráfico. Algo que no han hecho de manera habitual en los últimos diez años.

El escrito recoge que los policías destinados a los coches patrullas regularán “el tráfico a primera hora según lo ordenado, a excepción de un máximo de tres patrullas por distrito”. Estos se encargarán de atender las incidencias ordinarias del distrito. “La presente orden está dirigida especialmente al turno de mañana y de tarde, en los enclaves de los distritos donde se pueda producir congestión y altos niveles de servicio en hora punta”, añade el documento oficial.

El servicio se verá reforzado además por la vigilancia de los mandos intermedios (cabos y sargentos, sobre todo) que tienen la misión específica de controlar la presencia de todos los agentes a la hora y en los lugares asignados: “Ningún patrulla se ausentará del punto ordenado para la realización de funciones de regulación del tráfico sin que el mando le autorice su ausencia”.

¿Y si ocurre algún hecho relevante en ese periodo de hora punta? La orden de Caletrio también incluye este extremo y, en caso de producirse un servicio “de mayor envergadura” —cita incendios, accidentes de tráfico, reyertas multitudinarias, delitos,...—, el mando del distrito enviará a los agentes que estén regulando el tráfico y que se encuentren más próximos al lugar de los hechos. Eso sí, siempre que los tres patrullas de incidencias (el llamado servicio ordinario) se encuentren ocupados con otras incidencias graves.

En los próximos días está previsto que se reúna el mando de la compañía de Tráfico y Seguridad Vial con los responsables de la Inspección Territorial, que coordina las distintas UID. El objetivo es coordinar los puntos en los que se coloquen los agentes y los horarios en los que estarán presentes. “En algunos distritos habrá menos policías haciendo tráfico porque también tendrán menos problemas de circulación. Eso se tiene que estudiar de manera detallada”, añade algún responsable policial.

“Lo que no se puede permitir es que Madrid tenga un problema de tráfico como el que ha vivido hace unos días y no se tomen medidas urgentes. El ciudadano no entiende quién es el que le tiene que prestar el servicio. Tan solo quiere soluciones y llegar a su trabajo a la hora prevista”, recuerdan con cierto enfado algunos responsables de la Policía Municipal, que recuerdan que la regulación del tráfico es una competencia directa de este cuerpo y que los agentes de Movilidad son en definitiva un grupo auxiliar.

De hecho, una de las quejas de algunos sindicatos policiales es que la llegada de los agentes de Movilidad hace unos 12 años había supuesto que los agentes dejaran de regular el tráfico. Entonces se criticó que se sacaba de las calles y de puntos estratégicos a centenares de policías que, a la vez que controlaban la circulación, hacían una labor de vigilancia disuasoria por su mera presencia en la vía pública.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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