Pozuelo recorta el horario del McDonald’s que rechazan los vecinos

Los vecinos de Somosaguas Centro, una urbanización de lujo en Pozuelo de Alarcón, ya pueden retirar las pancartas gigantes que desde hace tres meses ocupan sus balcones con el lema “¡McDonald’s no!”. El Ayuntamiento emitió el jueves su resolución final en un conflicto que ha enfrentado a los propietarios de las viviendas con Invertradis SL, la empresa encargada de construir el restaurante de comida rápida. El gigante norteamericano podrá edificarse en la parcela situada entre las calles de Sotavento y de La Roa, pero solo podrá abrir de ocho de la mañana a 10 de la noche, cuando la policlínica a la que va adjunto esté en funcionamiento.

El Consistorio gobernado por Susana Pérez, del PP, llegó a este acuerdo después de paralizar las obras del restaurante durante tres semanas y dejar en el aire la licencia concedida el 24 de mayo por la propia alcaldesa cuando era concejal de Urbanismo. “No existen argumentos para anular la licencia, pero estimamos parcialmente el recurso que los vecinos presentaron el pasado mes de julio”, explica el Ayuntamiento.

Esta solución ha provocado “satisfacción contenida” entre los vecinos. “Nos han dado parcialmente la razón”, cuenta su presidente, Gonzalo Guitian. “McDonald’s lo va a tener muy difícil ahora para hacer negocio”.

El gerente de Urbanismo, Virgilio Martínez, quien ha tenido la última palabra en el conflicto, asegura que esta restricción de horarios es para “garantizar que el McDonald’s, como actividad asociada y complementaria, no exceda en su funcionamiento a la actividad principal que es, en este caso, un centro de consultas médicas”.

“Tenemos que reflexionar”

Los propietarios de Invertradis SL, la empresa que ha comprado el terreno y está ejecutando las obras, se han mostrado “aliviados” por esta resolución, porque demuestra que “la licencia era legal” como defendían desde el principio. Sin embargo, reconocen que los horarios son muy “restrictivos” y van a tener que “pensar y reflexionar” sobre el funcionamiento del restaurante. Uno de los tres hermanos dueños de la promotora, Martín Gómez, cree que los “meses de sufrimiento” que han pasado eran “evitables”: “Para modificar unos horarios no creo que sea necesario paralizar una obra”. Gómez relató a EL PAÍS el “acoso brutal” al que habían sido sometidos por los vecinos.

Por el momento no han decidido si pedir responsabilidades al Ayuntamiento por los costes de la paralización de la construcción durante tres semanas y solo quieren “calma” para seguir con el negocio.

El grupo municipal de Ciudadanos Pozuelo ya ha anunciado que va a pedir responsabilidades políticas por la decisión que ha tomado el Ayuntamiento. “La decisión política finalmente adoptada por la alcaldesa es tan tosca que no creemos que contente a nadie, ni a los vecinos afectados, ni a los promotores, ni a McDonald’s”, considera el portavoz del grupo, Miguel Ángel Berzal.