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La CUP prioriza el plan soberanista sobre la investidura de Mas

Anna Gabriel pide la apertura de un “proceso constituyente hacia la República catalana”

Sin acuerdo a la vista para la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, la CUP fijó este jueves sus prioridades políticas en una concurrida conferencia en la que avisó de que su prioridad no es hablar de quién debe presidir el Gobierno catalán, sino de cómo se garantiza la independencia. La diputada electa de la CUP Anna Gabriel aseguró que este proceso es “mucho más que una persona”, pero también dejó claro que no contribuirán a hacer descarrilar la independencia. “La CUP actuará con generosidad, altura de miras y estrategia ganadora”, dijo.

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La conferencia de este jueves dejó claro que la CUP no tiene prisa para cerrar acuerdos con Junts pel Sí por más que sus 10 diputados sean cruciales para configurar una mayoría independentista en el Parlamento catalán. Hasta siete diputados electos de esta formación de la izquierda independentista radical se turnaron en la conferencia de este jueves para intentar tejer un posicionamiento que en los últimos días había quedado desdibujado por sus múltiples intervenciones y el carácter asambleario de la formación. A tenor de sus palabras, la presidencia de Artur Mas sigue sin estar garantizada, pero tampoco la descartaron. “En este proceso no sobra nadie”, dijo Josep Manel Busqueta al cierre de la conferencia. Lo que piden es que el Parlament vote una “declaración de ruptura” antes de la investidura. Sería la forma que la CUP tendría para evitar que el próximo gobierno catalán se eche atrás respecto a la independencia una vez constituido.

La CUP está intentando dejar los debates nominales para el final de la negociación con Junts pel Sí, la candidatura ganadora de las elecciones del 27 de septiembre. Con este mecanismo confían en aligerar la presión que pesa sobre ellos para que ayuden a Artur Mas a conservar la presidencia de la Generalitat. El plazo límite para elegir al nuevo presidente catalán es el 9 de enero, con lo que tanto la CUP como Junts pel Sí consideran que hay tiempo para el acuerdo. Las negociaciones existen y son discretas, como este jueves recordó Artur Mas, que instó a todos a guardar silencio.

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Ruptura democrática

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La diputada electa Anna Gabriel abrió la conferencia anunciando la llegada de un “proceso constituyente hacia la República catalana”. Sin dar detalles sobre si apoyarán o no la investidura de Artur Mas, Gabriel afirmó que ahora lo importante es determinar “qué se quiere hacer, cómo y cuándo”. “El quién” —dijo— “solo puede llegar después”. “Fiamos el acuerdo a su contenido, no a una persona”, insistió.

Sus palabras fueron recibidas con grandes aplausos del público, entre el que se encontraba el número uno de la lista Junts pel Sí, Raül Romeva, y varios dirigentes tanto de Convergència Democràtica como de Esquerra Republicana. No asistió Artur Mas quien, este jueves publicó en un artículo en Político que “pronto” habrá una declaración de independencia en el Parlament.

La CUP insistió en poner encima de la mesa algunos de los puntos estrella de su campaña. El precio del acuerdo es aceptar los tres grandes ejes, que pasan por un “proceso constituyente hacia la república catalana”, un “plan de choque contra la pobreza” y la “ruptura democrática”.

El mensaje rupturista fue abonado por todos los dirigentes que intervinieron en la conferencia. Anna Gabriel insistió en una idea que ya lanzaron durante la campaña: “No habrá un gobierno autonómico, habrá un gobierno hacia la República catalana”.

Está por ver si Junts pel Sí podrá asumir el planteamiento de la CUP de desobedecer las leyes españolas y romper el actual marco legal. Benet Salellas, diputado electo por Girona, insistió en este punto. “No obedeceremos ninguna otra decisión del Tribunal Constitucional”, aseguró al tiempo que restaba toda legitimidad a esta institución. “Tenemos que declarar institucionalmente la absoluta incompetencia del Tribunal Constitucional porque su presidente es militante del PP”, recordó. También llamó a dejar claro antes de la investidura que “no acataremos los envites contra los derechos fundamentales que son fruto de larguísimas luchas y esfuerzos colectivos”. En este capítulo citó la LOMCE la llamada ley mordaza o la reforma de la ley del aborto. “Hemos iniciado la destitución de un régimen”, resumió. También pidió gestos inequívocos hacia la independencia antes de abordar el debate de la investidura. “Hacen falta hechos que marquen el carácter irreversible de lo que estamos haciendo”, dijo.

Los mensajes hacia Junts pel Sí fueron constantes. De entrada aseguraron que no piensan entrar en el futuro gobierno catalán, lo que obligará a Mas a tejer algún acuerdo parlamentario para garantizarse una mayoría.

Josep Manuel Busqueta, número tres por Barcelona, rechazó los personalismos del proceso soberanista sin referirse nunca directamente a Artur Mas. “En Madrid, como aquí, centran el proceso en una manía de una persona”, dijo. “Nosotros sabemos que no, que el proceso es colectivo y profundo”, añadió. En otro momento insistió en el planteamiento de que “la construcción de una república catalana está por encima de partidos y de siglas”. Y puso toda la presión sobre la coalición ganadora para intentar tejer acuerdos: “Junts pel Sí es la única formación que puede formar gobierno”. 

Colau planea apoyar a ICV y Podemos en las generales

Ada Colau está planeando intervenir en la campaña de las generales apoyando la candidatura de Podemos-Catalunya Sí que es Pot. La alcaldesa de Barcelona optó, para disgusto de los ecosocialistas de Podemos, por no implicarse el 27-S, aunque ya deslizó entonces que preveía dar un paso adelante para las legislativas. Barcelona en Comú (BComú), que logró un triunfo histórico al acceder a la alcaldía el 24-M, emitió ayer una nota en la que informa de que ha dado instrucciones "para impulsar un debate interno" ante el 20-D.

El partido no ha aclarado si se integrarán en la lista o mediante una alianza. Queda prácticamente descartado que concurra en solitario toda vez que BComú está dirigida por un órgano integrado por miembros de Guayem Barcelona (el núcleo impulsado por Colau) ICV y Podemos. El comunicado subraya que las municipales y el 27-S han dibujado una "mayoría social" que exige cambios profundos politicos y económicos en Cataluña y el Estado español, y alerta sobre las "falsas opciones de cambio" y de que tras el 20-D surja un Ejecutivo que "bloquee gobiernos ciudadanos como el que está al frente de Barcelona". Josep Vendrell, de ICV, dio la "bienvenida" a que BComú debata su implicación electoral y consideró que no es "imaginable" que deseen concurrir en solitario. Albano Dante Fachín, de Podemos, portavoz adjunto de Catalunya Sí que es Pot, celebró el anuncio de BComú con independencia de la fórmula que escojan. "No sobra nadie. Me alegra su decisión. Sé cómo trabajan, son referentes y han logrado mucho", dijo.

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