La Cobla se zampó la danza
Kulbik Dance Company protagoniza un deslucido estreno de la temporada en el Mercat de les Flors
El Mercat de les Flors abría temporada la noche del pasado jueves, una temporada de danza y circo bastante potente por las compañías programadas. Ello invitaba, pues, a una inauguración a la altura. El espectáculo elegido para este comienzo era In somni y la autoría corría a cargo de la compañía de danza urbana Kulbik Dance Company, la Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona y el DJ Mario Nieto.
La mezcla de esos artistas presagiaba, sobre el papel, una experiencia estimulante y novedosa. No obstante, el resultado fue de lo más decepcionante. Lo mejor, la Cobla Sant Jordi, que realizó una magnífica actuación, mientras que la danza de Kulbik resultó, por contraste, puro ejercicio de amateur y muy falta de personalidad artística: nunca el baile estuvo a la altura de la música, en la que también se ha de incluir la excelente participación del DJ Mario Nieto. Junto a todo ello, la Sala Mac presentaba media entrada y el público no era el habitual de este espacio escénico. Francamente, fue una inauguración pasada por agua, acorde con la lluvia que caía en el exterior.
'In somni'
Autoría: Kulbik Dance Company, Cobla Sant Jordi-Ciutat de Barcelona, DJ Mario Nieto
Dirección y coreografía: Kanga Valls
Asesoramiento musical y ayudante de dirección: Pep Moliner
Mercat de la Flors. Sala MAC
Barcelona. 1 de octubre de 2015
In somni, de 55 minutos de duración, tiene un desarrollo irregular, siempre agilizado por la brillante música de la Cobla que mezcla diferentes ritmos populares y jazz. Sus once componentes no únicamente tocan los instrumentos sino que también participan activamente en la obra. Interesante y vital resultó el diálogo que entablaron la música electrónica de Nieto con la que emite la Cobla.
Frente a ello, y pese a que los seis bailarines que forman el grupo Kulbik, que dirige Kanga Valls, se entregaron con entusiasmo a bailar y transmitieron una alegría contagiosa, evidenciaron que les falta muchas horas de entrenamiento y profesionalidad para alcanzar la calidad artística que exigía el montaje. El poco acertado vestuario de los componentes de Kulbik, formado por unas amplias bermudas y arrugadas camisetas, tampoco ayudó a esclarecer la línea de baile del grupo.