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Mas se apunta el éxito de que el 27-S sea un plebiscito

Junts pel Sí cerró ayer la campaña con una llamada a concentrar el voto independentista para conseguir la mayoría absoluta en escaños y en número de votos

Los focos de la campaña de Junts pel Sí se apagaron anoche con el equipo de Artur Mas convencido de que puede rozar la mayoría absoluta el próximo domingo si la participación no se dispara más allá del 72%. El presidente catalán presumió de una primera victoria. Su intención de convertir unas elecciones autonómicas en una suerte de referéndum sobre la independencia puede considerarse misión cumplida. “Queríamos un plebiscito y es lo que tendremos”, aseguró agregando que fuera de Cataluña el resultado se leerá como un sí o un no a la independencia.

La lista unitaria llama al voto útil soberanista

Un acto masivo en la avenida de María Cristina cerró la campaña de Junts pel Sí, anoche en Barcelona. Miles de personas recibieron a Raül Romeva, Artur Mas y Oriol Junqueras al grito de “independencia”. “Es la hora de la dignidad, de rendir homenaje a quienes lo dieron todo para conseguir la libertad de Cataluña”, dijo la también candidata Carmen Forcadell al abrir el mitin final.

Los discursos se centraron en reclamar para Junts pel Sí todo el voto independentista. Ya por la mañana, Mas aseguró que solo estos, y no los de la CUP, serán interpretados en Europa como votos independentistas y europeístas.

Una precampaña de casi ocho meses y otros quince días de campaña formal no han bastado para que la cuestión soberanista saliera del eje del debate. Todos los intentos de los partidos no independentistas, especialmente los de la izquierda, para centrarse en la economía, los recortes o la corrupción han sido en balde. La independencia lo ha copado todo. Tanto es así que Mas ha tenido que aclarar en alguna ocasión que el próximo lunes no se declarará la independencia de Cataluña aunque gane su partido. Artur Mas se mostró ayer exultante por este resultado, que interpreta como un primer éxito. Recordó que tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como muchos de sus ministros han asegurado que estas elecciones eran unas autonómicas más. “Esta afirmación ha quedado pulverizada”, dijo en una conferencia de prensa de fin de campaña en la que estuvo acompañado por el número uno de la lista Junts pel Sí, Raül Romeva, y por el número 5 y líder de ERC, Oriol Junqueras.

 Voto polarizado

Con el paso de los días, hasta los rivales más acérrimos han acabado por reconocer que mañana se vota algo más que un parlamento autónomo. Incluso el candidato del PP, Xavier García Albiol, asumió ayer la idea del plebiscito si bien rechazó el uso de este término. “Cuando uno está en campaña, muchas veces tiene que simplificar para que en cinco segundos te capten la idea”, argumentó, para acto seguido admitir que se ha polarizado entre el y el no y que así lo ha entendido todo el mundo.

Raül Romeva ha ayudado al relato plebiscitario de los comicios respondiendo siempre lo mismo cuando se le interrogaba por qué iba el primero en la lista si el candidato a presidente era Mas: “La lista de Junts pel Sí es una cosa revolucionaria, totalmente diferente a lo que se ha hecho hasta ahora”, ha justificado Romeva que, junto a otros candidatos, sostiene que las elecciones del domingo son para completar la pseudoconsulta soberanista del pasado 9 de noviembre.

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Una vez logrado dar carácter de plebiscito al 27-S, Junts pel Sí cerró ayer la campaña con una llamada a concentrar todo el voto independentista para conseguir así no solo la mayoría absoluta en escaños, sino también, en número de votos. Eso sí, Mas se guardó de verbalizar esta segunda parte, puesto que su candidatura ha basado el éxito o el fracaso en que el independentismo en su conjunto —Junts pel Sí y la CUP— logren la mayoría absoluta de escaños. Junts pel Sí nunca habla de votos.

El siguiente paso será intentar investir a Mas como presidente, pese a haber quedado relegado al cuarto puesto de la lista de su candidatura. Lo tendrá complicado si los votos de la CUP son necesarios para esta investidura. Ante esta incertidumbre, Mas se lanzó ayer a intentar blindar su presidencia. Lo hizo lanzando la idea de que lo que es importante no es tanto quién es el presidente sino cómo se alcanza la independencia. Con ello busca que la CUP no tenga otra opción que votarle o abstenerse en segunda vuelta.

Tras recalcar que “la investidura se puede hacer por mayoría absoluta o simple”, el líder de CDC quiso “quitarle transcendencia” a este asunto porque “no es el centro del debate”.

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