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Rabell promete revertir los procesos de privatización de la sanidad pública

El candidato de Catalunya Sí que es Pot garantiza que su primera medida en el Parlament será buscar financiación para en hospital de Viladecans

Àngels Piñol
Pablo Iglesias (izquierda), Lluís Rabell (centro) y Joan Herrera (derecha).
Pablo Iglesias (izquierda), Lluís Rabell (centro) y Joan Herrera (derecha).ANDREU DALMAU (EFE)

Lluís Rabell, candidato de Catalunya Sí que es Pot, tiene claro las dos primeras medidas que tomará en el Parlament: frenar los procesos de privatización de la sanidad pública impulsadas por el consejero Boi Ruiz. Su plan es revertir esas privatizaciones, el Consorcio de Lleida y buscar financiación para el hospital de Viladecans. “Las políticas privatizadoras cuestan caras en sufrimiento social y en dinero”, afirmó ayer en un acto ante trabajadores de ese centro sanitario, en lucha desde hace años por los recortes y una ampliación que nunca llega.

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La lista de la confluencia, formada por Iniciativa y Podemos, intenta hacerse un hueco en un debate polarizado con propuestas y respaldando a los sectores azotados por los recortes. Acompañado de Pablo Iglesias, el gran reclamo de la lista, Rabell ha visitado los trabajadores en huelga indefinida como los de Valeo —que se enfrentan a una deslocalización; también irá la CUP—; ha denunciado los barracones del colegio Paco Candel, en L'Hospitalet o, como ayer, dio apoyo al personal sanitario de Viladecans.

Ataviados con camisetas de color lila con el lema Salvem l’hospital de Viladecans, trabajadores sanitarios y vecinos de esta ciudad del Baix Llobregat han acudido hoy a un caótico acto de Catalunya Sí que es Pot con la presencia de Pablo Iglesias, que ha llegado con media hora de retraso y lo ha abandonado unos minutos -“Ahora vuelve”, han dicho- para atender un directo. Joan Herrera, coordinador ecosocialista, ha recordado que su partido acude desde hace cinco años a Viladecans. “Este es un hospital de referencia. ¡Basta de demagogia Mas! Cerráis camas y quirófanos y deriváis los pacientes a la privada. Lo hacéis no porque no haya dinero sino para que algunos hagan negocio”, ha dicho subrayando que el gasto sanitario ha descendido un 16% mientras aumenta la contratación de las mutuas. “¿Se aplica la lógica del business friendly para degradar la pública?”, se ha preguntado.

El lema de la pancarta que llevaban los trabajadores es elocuente: el dibujo de la silueta del edificio con la sobreimpresión del símbolo de las tijeras de los recortes y la frase: “Defendamos el hospital de Viladecans. Nuestra lucha por nuestro hospital es la lucha por la salud y la dignidad”. Los trabajadores llevan años de lucha desde que se desestimó en 2011 la ampliación del centro sanitario y el Gobierno de CiU aprobó otro en 2013 que está en fase del concurso de ideas. “El proyecto es modesto: no contempla la UCI y solo 145 camas cuando se preveían 200”, explica Eliana López, presidenta del comité de empresa.

La situación se eterniza porque se prevé plazo de tres a cinco años para que la reforma esté en marcha. Mientras tanto, López explica que durante la crisis se ha desviado el servicio de oftalmología al hospital Sant Boi, de gestión privada. La plantilla hace cinco años era de 578 y, pese a que supera ahora los 613, los trabajadores dicen que la situación se ha deteriorado porque los contratos son precarios, por semanas y meses, y porque las urgencias son mucho más graves al no tener capacidad los CAPs para dar salida a la demanda. El hospital sufrió unos recortes de 5,6 millones de euros anuales, un 15% del que disfrutaba.

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Son urgentes dos cosas: que amplíen la plantilla en 25 personas. Hay trabajadores que lloran de impotencia porque no pueden asumir la carga de trabajo y que se amplíen el hospital”, afirma López. El hospital atienda a una población de 184.000 personas de los municipios de Viladecans, Gavá, Castelldefels, Begues y Sant Climent del Llobregat. En un breve discurso y en medio de gritos de “Si se puede”, Iglesias ha pedido a los concentrados si vieron el debate entre el ministro García Margallo y Oriol Junqueras y ha señalado que los que defienden el país de verdad son quienes se movilizan por la sanidad pública. “Son ellos con independencia de quienes defienden las banderas. Igual que en Madrid, Mas privatiza hospitales. Cuando la sanidad se convierte en un privilegio, en función de si tienes un seguro privado, no se puede hablar de país o bandera. Los políticos no se pueden banderas mientras recortan”, ha afirmado antes de ir a atender una entrevista.

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