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La Tercera Vía alerta del riesgo de fractura social

La asociación reclama que se abandone el frentismo y se abra una negociación entre el Gobierno y la Generalitat

Mario Romeo, en el coloquio de La Tercera Vía en L'Hospitalet.
Mario Romeo, en el coloquio de La Tercera Vía en L'Hospitalet. Albert Garcia

A seis días para el 27 de septiembre, la asociación La Tercera Vía: Diálogo y acuerdo reclamó ayer, con profesionales de diversos ámbitos sociales, que se abandonen los frentismos y se abra una negociación entre el Gobierno de España y el de la Generalitat para solucionar el encaje político de Cataluña como alternativa al secesionismo.

La Tercera Vía se presentó hace un año en Barcelona y vivió su puesta de largo en Madrid el pasado día 8, arropada, entre otros, por dirigentes del PSOE de varias etapas. El acto de ayer, celebrado en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), reunió a más de 300 personas y fue otra iniciativa para difundir un mensaje que quieren que sea transversal en la sociedad.

“No es verdad que La Tercera Vía no la apoye nadie como dice Mas. Solo hace falta mirar las encuestas”, dijo el presidente de la entidad Mario Romeo, quien acusó al soberanismo catalán de “dividir a su pueblo”. “Cataluña está al borde de la fractura social”, dijo, en línea con el argumento expuesto por el periodista Manuel Campo Vidal, quien aseguró que “en Cataluña hay miles de familias enfrentadas”.

El periodista recordó los insultos que estaba recibiendo de un amigo de instituto por participar en ese acto y se preguntó “qué hemos hecho mal para llegar hasta aquí”. Él mismo respondió que la derecha española “nunca ha entendido Cataluña” y que el problema había sido “callar y consentir”, porque las voces que ahora alertan de los riesgos de la secesión y de la salida de la Unión Europea deberían haberse oído muchos meses antes.

“Esto se nos ha escapado de las manos, ha habido mucho silencio”, añadió la catedrática de ética Victoria Camps, quien proclamó: “El inmovilismo nos ha llevado hasta aquí, pero el independentismo es inviable”. Por eso, reclamó La Tercera Vía como “la única posible, porque la moderación es el camino más valiente”.

Jordi Casas, exdiputado y exsenador de Unió Democràtica, reivindicó el valor del consenso que supuso la Constitución, lo mismo que Eugeni Gay, exvicepresidente del Tribunal Constitucional y redactor de un voto particular a la sentencia del Estatuto. “El centro de gravedad política en Cataluña no es el Parlament sino el número de personas que van a una manifestación y entidades convocantes que desvirtúan el juego institucional”, dijo el exdiputado, al tiempo que advirtió de que en Cataluña se han acostumbrado “a no respetar el principio de legalidad, pero si eso es lo que rige la actuación de un político, estamos perdidos”. “Cataluña es mi nación y no puedo soportar que la separen de otros pueblos de España, una palabra que parece que no se puede pronunciar”, dijo Gay, en un acto al que asistieron, entre otros dirigentes y cuadros del PSC, el expresidente de la Generalitat José Montilla.

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