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La corrupción calienta el segundo debate de campaña para el 27-S

Los partidos aprietan a Romeva por los casos de CDC y se echan en cara los escándalos de PP y PSOE

Los siete candidatos, frente a Ana Pastor.
Los siete candidatos, frente a Ana Pastor.La Sexta

La corrupción calentó la noche de este sábado el segundo debate televisado en esta campaña para las elecciones del 27 de septiembre. En el que emitió 8tv el viernes los partidos enterraron rápidamente el tema, fuente de reproches para unos y otros. Pero en el de la noche del sábado, emitido por la Sexta para toda España, la discusión centró la segunda parte del programa. 

El tema incomodó al candidato de Junts pel Sí, Raül Romeva, presionado por todos por los escándalos de corrupción que afectan a uno de los integrantes de la coalición, Convergència: el caso Palau, por el  que el partido tiene 15 sedes embargadas, y las sospechas de comisiones del 3% supuestamente pagadas por la empresa Teyco, por el que la Guardia Civil registró la sede de CDC poco antes de la campaña.

Romeva evitó defender a Artur Mas, que pese a ir cuarto en la lista aspira a la reelección, y optó por repetir hasta cuatro veces la misma fórmula: “Ante la corrupción tolerancia cero, quién la hace la paga. Haremos leyes que acaben con la impunidad”, prometió Romeva, que esquivó la petición que le hizo reiteradamente Miquel Iceta, candidato del PSC: “Debería estar en condiciones de afirmar que si se declaran probados los casos de corrupción Artur Mas dejará la política”.

Inés Arrimadas, de Ciutadans, aseguró que la lista de Junts pel Sí era usada para tapar la corrupción de CDC, pero su formación también recibió ataques. Lluís Rabell, de Catalunya Sí que es Pot —ambos partidos compiten por el segundo puesto—, le afeó los pactos con el PP, al que tildó de “red de corruptos que van a las elecciones”. La alusión enervó al popular Xavier García Albiol, que acusó a Podemos de colocar familiares.

Tampoco salió ileso del debate Ramon Espadaler. El candidato de Unió se mantuvo en segundo plano en todas las discusiones -fue el que menos habló- y cuando intentó referirse a los escándalos de corrupción también recibió ataques. Mientras el democristiano prometía "transparencia 100%, y corrupción 0" Arrimadas recordó los indultos a los exdirigentes de Unió condenados por corrupción. 

Antonio Baños, de la CUP, se diferenció del resto: “Me alegra que todos estén en contra de la corrupción. Nosotros, más que estar en contra, no robamos, que es otra actitud más allá de la retórica”. 

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La banca protagoniza el debate sobre la independencia

La primera parte del debate fue discutir sobre la independencia de Cataluña, el asunto que centra los comicios del 27-S. La salida de Cataluña de la UE en caso de secesión, que ya monopolizó la discusión en 8tv, salió también a relucir, aunque a los argumentos de unos y otros se unió el aviso de la banca a los independentistas.

"El dinero es miedoso, quiere seguridad jurídica, y el planteamiento independentista es unilateral, lo que implica saltarse la ley", valoró Iceta. También Arrimadas y Albiol advirtieron del peligro que supondría la secesión para la economía. Rabell optó por quedarse en el medio, criticando a la banca y a CiU y PP por haber votado el rescate de las entidades financieras.

Ni Romeva ni Baños se amilanaron ante el argumento de la banca. El candidato de Junts pel Sí ironizó con el hecho de que las entidades "nunca hayan avisado de los riesgos de contraer hipotecas y ahora hablen de Cataluña". Para el representante de la CUP, los bancos tienen miedo del independentismo de izquierdas, pero sus votantes no se asustan ante las advertencias: "Los que no tenemos dinero nos hemos vuelto valientes, y por eso no tenemos miedo"

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