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El sector del ‘car-sharing’ denuncia que Carmena promociona a Car2go

El Ayuntamiento ha mostrado su apoyo a la iniciativa de Daimler

Esther Sánchez
Una hilera de vehículos Smart de Car2go, en una imagen proporcionada por la empresa.
Una hilera de vehículos Smart de Car2go, en una imagen proporcionada por la empresa.

Vivir sin coche en Madrid y alquilar uno por horas gana adeptos. En unos meses llegará Car2go con una oferta de 500 vehículos, todos eléctricos. El anuncio, que partió de la alcaldesa, ha generado críticas de algunas de las compañías de car-sharing ya establecidas y de los taxistas, que reprochan al Ayuntamiento un trato a favor de una empresa determinada. El gobierno municipal asegura que no tiene nada que ver porque es una iniciativa privada.

El alquiler de coches por horas, distribuidos por todos los barrios de Madrid, cerca del cliente potencial, llegó a la capital hace un lustro. En la actualidad operan en el sector tres firmas: Respiro, Bluemove y Avancar. A ellos se unirá en breve Car2go, la compañía de car-sharingdel grupo Daimler. Llega a lo grande, con 500 Smart biplaza eléctricos, sin emisiones contaminantes, lo que ha generado las simpatías de la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid). El gobierno municipal valora los beneficios que este sistema aportará para la movilidad urbana. Pero su entusiasmo no lo comparten en el sector, no por la llegada de un nuevo competidor sino porque consideran que el Ayuntamiento potencia a Car2go por encima de otras firmas que ya operan en Madrid. Por ejemplo, a la hora de ofrecerles las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes para enchufar los vehículos a la red. Pese a que Car2go pagará un alquiler por ello, aseguran: “No sabíamos que existía esa posibilidad, deberían haberlo propuesto a todas las compañías, porque es uno de los problemas de los eléctricos”, denuncia Ian Paterson, socio fundador de Respiro, con una flota de 200 vehículos y 12.000 clientes.

Respiro y Bluemove cuentan con entre un 5% y un 10% de coches eléctricos. Estarían dispuestos a aumentar la oferta, siempre que se ampliaran las posibilidades de recarga. Concha Calvo, presidenta de la Asociación Empresarial del Alquiler de Vehículos con y sin Conductor (Aseval) en Madrid, añade que, además, existen pocos puestos de recarga y están mal mantenidos. El Ayuntamiento ofrece 24 puntos en la vía pública —en los que el tiempo de estancia está limitado a dos horas, y que pueden dar servicio a 26 vehículos— y ocho en aparcamientos (con capacidad para 103 coches). Calvo critica la forma de actuación del Ayuntamiento: “Antes de potenciar a determinadas compañías, deberían haber contado con nuestra asociación, nos sentimos discriminados”, indica. Representan desde a empresas como Europcar o Hertz hasta a pymes.

Los Smart de Car2go aparcarán en la calle. Al ser coches eléctricos, el uso del estacionamiento regulado por parquímetros es gratuito. También está permitido su paso por las zonas de prioridad residencial (Embajadores, Las Letras y Ópera). Para Respiro, esta ventaja supone un agravio comparativo, además de convertir la calle en una plataforma de venta para los vehículos (Daimler es fabricante). “La Administración debería habilitar también plazas en la ciudad para otras formas de car-sharing como ocurre en otros lugares de Europa”, cree Paterson.

Una alternativa al coche privado

  • AHORRO. Usar un coche alquilado por horas para trayectos urbanos permite ahorrar entre 2.000 y 4.000 euros anuales, según la empresa Respiro. <
  • MEDIOAMBIENTE. Cada coche de car-sharing retira de las calles entre 15 y 20 vehículos.
  • PERFIL MASCULINO. El usuario medio es un hombre de 31 a 45 años, clase media o media-alta, que vive o trabaja en el centro y sin coche propio, según la empresa Blue Move.
  • METRO Y BUS. El 81% de los usuarios de Blue Move usa además otros medios de transporte de la ciudad. El más popular es el metro (72%), seguido del autobús (57), los desplazamientos a pie (52%) y el taxi (23%).

Asegura que un vehículo de su empresa (eléctrico, híbrido o de otro tipo) implica la desaparición de las vías de entre 15 y 20 coches. “También contribuimos a mejorar la movilidad y a que exista menos contaminación”, añade. Sus coches eléctricos se alquilan por 5,95 euros la hora, y el resto a partir de dos euros.

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Paterson explica que el modelo de Car2go de coger un coche en un punto A y dejarlo en un punto B “se utilizará para realizar trayectos cortos, para los que nuestros clientes utilizan el transporte público”, añade. Es como alquilar un taxi sin conductor, lo que puede afectar a ese colectivo.

El vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi, Jesús Fernández, desconoce en qué medida les va a afectar Car2go, pero tiene clara una cosa: “No nos va a dar nada, nos va a quitar”. “Avanzar está bien, pero nos preguntamos por qué no se nos ha consultado”, añade Fernández.

Los datos de Bluemove indican que su cliente se decanta por taxi o autobús en el caso de trayectos solo de ida. “Alquila cuando se desplaza a las afueras, por ejemplo, y tiene que volver”, concreta un portavoz. Se utilizan para escapadas de fin de semana y días festivos (44%), trasladar a familiares y amigos (42%) y hacer compras (39%). Además, el 81% usa otros medios de transporte para moverse por la ciudad.

A esta firma no le sorprende que el negocio del car-sharing se abra cada día más y aplauden la llegada de nuevas empresas. Ignasi Fàbregas, market manager de Avancar (empresa subsidiaria de Zipcar), considera que su modelo de negocio es diferente, al ofrecer una gran variedad de vehículos, desde un familiar a un todoterreno.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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