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Cuatro constructoras renuncian a construir un colegio en Getafe

El centro escolar, que tiene alumnos, directora y profesorado, ha tenido que ser acogido por otro colegio público de Getafe

Esther Sánchez

El Ayuntamiento de Getafe se comprometió en la anterior legislatura, cuando estaba gobernado por el PP, a edificar un colegio de infantil para los vecinos del nuevo barrio de Los Molinos que los niños estrenarían este curso. Ha llegado septiembre y en la parcela solo existe un cartel anunciando la construcción. El nuevo equipo de gobierno, del PSOE, ha explicado a los vecinos que tanto la empresa adjudicataria como otras tres que le seguían en la lista han renunciado a levantar las instalaciones. El problema radica en que el proyecto de construcción modular es demasiado caro. El proyecto se adjudicó por millón y medio de euros.

El colegio de infantil tiene nombre: Miguel de Cervantes, proyecto de construcción modular e, incluso, mobiliario comprado y guardado. También cuenta con un completo equipo docente: directora, jefe de estudios y profesores, además de alumnos. Pero les faltan las instalaciones, a pesar de que el anterior alcalde, el popular Juan Soler, aseguró a Yolanda Matos, la directora del centro, que ya se estaba construyendo en fábrica y que se inauguraría este curso escolar.

El proyecto, por el que el Ayuntamiento pagó 70.000 euros, es de construcción modular e implica que las piezas se realizarían en una factoría y luego se trasladarían a la parcela. Por lo tanto, explican fuentes municipales, “todo está condicionado a hacer viable el transporte del edificio en módulos y su construcción en fábrica.

El mediático arquitecto, Joaquín Torres, implicado en la construcción de la urbanización de lujo La Finca, en Pozuelo de Alarcón, adecuó a Getafe el proyecto de una escuela que se iba a levantar en Los Molinos y que finalmente no se edificó.

Del éxito inicial a la espantada

El Ayuntamiento adjudicó la obra a una unión de empresas por 1,5 millones en abril pasado con un plazo de ejecución de cinco meses. Pero la sociedad no presentó la documentación, igual que las otras tres que le siguieron. Ahora, los técnicos están a la espera de la decisión de una cuarta empresa.

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Los padres temen que el próximo curso tampoco exista el edificio. De momento, el colegio se ha instalado en un pabellón del colegio Gabriel García Márquez, en aulas separadas de los alumnos de ese centro. El recreo también se hace en horarios diferentes. "Queremos que se sientan parte de un proyecto escolar nuevo desde el principio", explica la directora.

"Hay que agotar los plazos que tienen las empresas que se presentaron al concurso y hay que llamar a todas y ver si alguna quiere edificarlo", explica un portavoz municipal. En caso de que esto no suceda, habría que replantearse el proyecto.

Esta circunstancia es la que asusta a los padres. “Si todas dijeran que no, y parece que es posible, nos plantamos en el mes de enero y ya no habría tiempo de levantar el centro”, comenta Fernando Lapuerta, portavoz del AMPA del Miguel de Cervantes.“Ya deberían estar contemplando esa posibilidad y preparando otro proyecto o intentar acortar plazos con las empresas: vamos, tener un plan b”, añade.Lapuerta critica que en la reunión que mantuvieron los padres con el concejal de Educación no se les ofrecieran otras propuestas. “Falta voluntad y no nos dan explicaciones convincentes”, opina.

Una vez pasadas las elecciones, Sara Hernández, la nueva alcaldesa comunicó a la directora que, a pesar de lo que les hubieran informado con anterioridad, no había colegio. La Consejería de Educación comenzó a buscar una solución provisional para atender a las 67 solicitudes que se habían cursado.

"Nos encontraron sitio en el Gabriel García Márquez, que nos ha acogido con los brazos abiertos, pero esperamos que nuestro colegio esté construido para el curso próximo porque tenemos un proyecto que desarrollar", puntualiza la directora. Tanto Matos, como los docentes implicados, han dejado otros puestos de trabajo para emprender este nuevo proyecto en el que, a pesar de las complicaciones “siguen muy ilusionados”.

El barrio de los Molinos de Buenavista, de reciente creación, está formado por viviendas de protección para los jóvenes de Getafe. El colegio es una de las infraestructuras necesarias para las familias que se han instalado allí. Tendrá una superficie de 1.373,88 metros cuadrados, y el programa inicial contempla nueve unidades del ciclo de 3 a 6 años, más sala polivalente y sala multiusos.

Posteriormente, el Gobierno regional se ha comprometido a asumir las futuras ampliaciones del centro a los ciclos de 6 a 9 y de 9 a 12 años. [TEX]“Aquí el primero que ha roto el convenio con la Comunidad de Madrid ha sido el Ayuntamiento”, comenta el portavoz del AMPA.

El PSOE recuerda que están haciendo todo lo que está en su mano y que los niños tienen rutas escolares propias.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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